lunes, 31 de diciembre de 2018

Francisco Ibáñez: "El que pasa a tinta es como el crío que repasa caligrafía".


El pasado sábado 15 de diciembre Ibáñez fue invitado a la tertulia de humoristas gráficos de A vivir, en La SER. Una vez más, Ibáñez se ganó a los compañeros de profesión y a los oyentes con su carisma y su forma de expresarse, una mezcla de simpatía explosiva y una sutil timidez. Es inevitable sonreír escuchándole cuando explica las horas que dedica al dibujo o lo que le cuesta entender el mundo de la informática.

En el minuto 37:25 hace referencia a la ayuda que tiene para terminar los dibujos, y hace una valoración sobre estos ayudantes.

Peridis: Dos preguntas. ¿Cómo dibujas? Una, ¿tienes negro? Y si es incorrecto lo retiro. Porque… ¿Dibujas directamente a tinta?

Francisco Ibáñez: No, no, no… Yo directamente, no, no, no. Esas cosas, dice… Cuando tienes una cierta maestría y tal, yo no la he tenido nunca, pero bueno… Cuando tienes cierta maestría, hay quien lo hace. Queda mal, queda malamente.

Mira, yo soy de aquellos de los del detallito, me gusta hacerlos hasta la última rayita, todo. A veces sí, a veces tengo algún ayudante y tal, porque llega un momento que es imposible llevarlo todo adelante.

Bueno, pero mira, si la historieta la valoramos en 100, esta ayuda y otras cosas representan un 20 % de esto. Mira, el 80 % es el haber pensado el personaje, el haber desarrollado la historieta, los guiones, los gags, los sketches, lo que les quieras llamar… Eso es el 80 % de la historieta. Y luego el otro 20 % está el que le pone el color, el que alguna vez le pasa la viñeta a tinta, que es como el crío que pasa aquella antigua caligrafía, que le ponía con la plumilla inglesa, le ponía el trazo por encima y tal; el vendedor, el rotulista… Todo eso forma el otro 20 %. El 80 % es lo que yo hago, que es suficiente ya.

(…)

Javier del Pino: ¿A lápiz, entonces?

Francisco Ibáñez: Sí, sí, sí… Terminado completamente.

Me imagino que también os habrán venido a la mente los primeros minutos de Persiguiendo a Amy.

Sin quitarle ningún mérito al trabajo de Ibáñez, os recuerdo que los interiores están entintados desde 1983 por Juan Manuel Muñoz (con algunos intervalos en los que fue sustituido por Raf y por otro autor desconocido), mientras que las portadas siguen siendo entintadas por Ibáñez, incluso en la actualidad. Del color se encarga desde hace un tiempo Rubén Larrea.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

¡Atrévete a dibujar! Archivo de referencias

Continuando las lecciones de historietas, voy a daros un consejo muy interesante para principiantes que consiste en hacer archivo de dibujos de profesionales, clasificando en carpetas los objetos y figuras que más os gusten, así como también podéis guardar en las mismas dibujos vuestros que os hayan gustado y que más adelante os pueden servir de modelo.


Los grupos más importantes que debéis recoger para las carpetas, son: figuras de hombre, de mujer y de niños, animales de todas clases, vehículos, casas y objetos diversos. Esto en principio os será muy útil, pues en cada caso de duda podréis consultar la carpeta correspondiente para ver la forma en que ha resuelto el asunto un buen dibujante y así podréis vosotros dibujar con mucha más propiedad.

El mejor sistema para este archivo es recortar de las revistas las cosas que os parezcan interesantes y luego ir pegando los recortes en láminas de papel fuerte, de manera que las figuras similares queden juntas; por ejemplo, en una lámina para «perros», pegaréis todos los perritos que os agraden, procurando que sean de diferentes razas y estén en distintas posiciones. Cuando queráis dibujar un perrito en algún cuadro de vuestras historietas, no hay más que consultar el archivo y ya tenéis el modelo necesitado.

Este sistema es bueno para aprender, pero resulta un poco lento en la práctica, ya que el dibujante experto tiene sus propios modelos creados y prescinde de documentación, pero al principio os conviene dibujar despacio y sin preocuparos de si estáis una hora más o menos; lo principal es que los dibujos os salgan bien. Así que os dejo preparando el archivo, y hasta la semana que viene, en la que también hablaremos de cosas muy interesantes.

(Pulgarcito nº 1123, 14/11/1952, José Peñarroya)

lunes, 24 de diciembre de 2018

Lo más leído en el Colodrillo en 2018

Llevar un blog te quita mucho tiempo. Si tienes uno, al final tienes que aclararte las ideas para saber exactamente por qué estas invirtiendo estas horas: cuánto estás perdiendo, cuánto estás ganando, y si compensa una cosa por la otra. Yo llevaba alrededor de cuatro años subiendo aquí principalmente reseñas de unas 10 líneas, al final sin muchas ganas. Para animarme, reorienté este año el blog para empezar a escribir artículos más o menos elaborados, uno a la semana. Me he puesto como límite cumplir un año de artículos, luego veremos. Y de estos textos, estos han sido los más leídos en este 2018.


El escote de Hulka: ¿Machismo en los superhéroes?

Hay cosas que es necesario escribir aunque toquen temas complicados y aunque puedan ser mal interpretados. Creo que el feminismo es necesario en nuestra sociedad. También quiero pensar que el feminismo tiene una parte de búsqueda: hay algunos conceptos elementales que no se pueden discutir, pero también matices sobre los que se puede debatir qué sería más o menos correcto. A través de estos intercambios de opiniones, se irán formando con el tiempo opiniones más sólidas que convencerán a más y más gente sin que se le den importancia. Es decir, del mismo modo que ahora nadie discute el derecho de una mujer a votar, trabajar o a tener una cuenta en el banco, estoy seguro de que en el futuro nadie culpará a la víctima de una violación de habérselo buscado.

Ahora bien, no estoy especialmente contento con este texto. Aquí yo no hablaba sobre feminismo. Mi crítica iba dirigida únicamente al pobre tratamiento que había recibido el género de superhéroes en esa entrega de Tramas Maestras. Creo que al género de superhéroes, incluso ahora mismo en 2018, se le puede hacer una crítica feminista (de hecho se le está haciendo en otros sitios y se está haciendo muy bien), pero la de este programa no tenía la preparación suficiente.

No he podido hacer mucho seguimiento de este texto (parece que se ha compartido en grupos privados de Facebook), pero creo que se malinterpretó. Es posible que incluso se haya utilizado como arma arrojadiza contra los estudios de género en el cómic, la diversidad en el género de superhéroes, etcétera. Eso es lo más opuesto a la intención con la que lo escribí.



Cuando las viñetas hablaron del máster de Cifuentes

En su momento pensé que el escándalo del máster de Cristina Cifuentes podía ser uno de los momentos históricos de la política española. De su máster se ha saltado al del aforado Pablo Casado, la dimisión de la ministra Carmen Montón y la desaparición progresiva de títulos académicos en el currículum de Albert Rivera. Cada uno es un caso particular, pero en general se podría decir que han tenido un mismo motivo: una clase política que se siente avergonzada de su falta de formación universitaria. Frente a unos políticos orgullosos de sus orígenes humildes (Cayo Lara jamás ocultó su nivel de estudios), tenemos aquí a otros caracterizados por su clasismo, un sentimiento de inferioridad atroz, y el poder que tienen para conseguir las titulaciones que quieran.

Pero mi texto no iba de eso. Simplemente creo que el cómic o el humor gráfico (tanto si son lo mismo como si son dos formas de expresión diferentes) reflejan el mundo real, o al menos deberían hacerlo. Me gusta el cómic cuando es una herramienta para expresarse de forma masiva, y también cuando sirve para construir o interpretar la realidad. Lo único que quería era recopilar cómo estos autores reflejaban e interpretaban un escándalo político concreto. Sigo pensando que sería muy interesante escribir un texto similar con cualquier otra noticia, para que se entienda que aquí no estaba hablando de política, sino de cómic.




Eso tan complicado de reeditar Bruguera

«¡A un precio módico!» No sé cómo no le di más importancia a este detalle del anuncio. Ahora mismo poquitas editoriales podrían utilizar ese eslogan...

La compra del catálogo de Bruguera tenía que hacernos pensar a los aficionados al cómic sobre este catálogo. Como poco, sobre dos aspectos: si merece la pena rescatar algo de aquellos años, y concretamente qué material. Después del «¿Por qué?» y el «¿Qué?», llegaríamos a las dos últimas preguntas: «¿Cómo?» y «¿Para quién?». Si Penguin sabe responder a estas cuatro preguntas, el catálogo de Bruguera podría tener una segunda vida comercial. Si no, seguramente acabará desapareciendo poco a poco. Iremos viendo.



Mondo hueso (Yordi)

Es la única reseña de este año que ha estado entre lo más leído, y me alegra. Yordi se arriesgó al sacar su primer cómic en solitario con bastantes puntos en contra: no es un autor conocido, no se lo ha sacado una de las editoriales más grandes, y tampoco se mueve en un círculo de autores importante y con visibilidad. Cuenta sólo con su talento para reivindicar su trabajo. Se arriesgó también con un género que domina, el humor gráfico, que no vive su mejor momento y ya no ocupa tanto espacio en revistas y periódicos como en otros años.

Para bien o para mal, ha empezado con una muestra de su mejor trabajo. De este cómic no se puede decir: «Habrá que seguirle la pista para saber cómo va a ir progresando». Este cómic es la obra de un autor virtuoso, maduro y versátil.

Puede que conozca demasiado a Yordi y me cueste ser objetivo, pero soy sincero si digo que es un cómic que recomendaría a cualquier persona y sé que acertaría.


'Masculinidad tóxica en el cómic' en KBOOM! 2018

Es un contraste con el artículo del escote de Hulka. En este caso, poquitos comentarios hice realmente sobre cómics...



Por qué creo que Superlópez pudo terminar en los 80

Era una pequeña obsesión que tenía, aclararme el calendario de trabajo de Jan de aquellos años. Al seguir un poco los personajes y las series, la conclusión a la que llegué fue esa, pero otra persona lo habría interpretado de cualquier otra manera.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

¡Atrévete a dibujar! Movimiento

Bueno, os habla otra vez Peñarroya continuando las lecciones sobre la manera de confeccionar historietas.

Un detalle muy importante de los personajes es el movimiento y, si este resulta algo exagerado, le da a la historieta un ritmo rápido de efectos muy cómicos. Por eso habréis observado que en muchos cuadros el personaje corre sin tocar con los pies el suelo. Probad dibujando un muñeco que corra sin tocar el piso de la viñeta y otro exactamente igual tocando con los pies en el suelo y podréis apreciar que el que está sin contacto parece correr el doble que el otro.


Esto es muy útil en las escenas de gran agitación; así forman mayor contraste con las viñetas que requieren menos detalle que los chistes ilustrados, pero han de estar más cuidados en lo que se refiere a darle un tono agradable, por lo que en las historietas deben prodigarse los detalles «monos». Una casita, un arbolito, un transeúnte bien colocado cuando se trata de exteriores, o una cortina, una mesa con un jarrón de flores en interiores dan situación a la escena y logran que el cuadro parezca completo.

Un buen sistema para aprender estos detalles de fondo y adorno de las viñetas es que una vez dibujadas todas las figuras principales, cojáis unos cuantos Pulgarcitos atrasados y vayáis comprobando cómo solucionó el dibujante en cada caso una situación análoga a la que vosotros habéis dibujado. Y por hoy nada más, amiguitos. Hasta la próxima semana.

(Pulgarcito nº 1122, 7/11/1952, José Peñarroya)

lunes, 17 de diciembre de 2018

Mi 2018 en la revista Canino

Éstos son los textos dedicados al cómic que he escrito para Canino este año:


[Entrevista] Francisco Pérez Navarro: “En la peli de Superlópez iban a colocar una secuencia post-créditos presentando al Supergrupo”

No estoy contento con este texto. Parece que quiero ser más listo que Efepé y tampoco le di un buen acabado. Lo bueno de esta entrevista le corresponde al entrevistado.



Si no eres Mortadelo, queremos que te reediten

Con este artículo se podía tratar el tema de la compra de Ediciones B y su catálogo de una forma que llamase la atención. Al final, el gran problema es que no hay muchas noticias que dar al respecto. Sólo lo que pone en unas notas de prensa rimbombantes que en la práctica no están convenciendo a los lectores.

Me temo que lo único que nos queda es proponer, pedir y colaborar con la editorial...



[Entrevista] Nuria Rodríguez, de @tebeolettering: “Con ojos de diseñadora, los tebeos de Bruguera son aún más maravillosos”

Ahora me arrepiento de este detalle: la foto de Nuria Rodríguez debería haber sido la portada de esta entrevista. Fue un error, pero espero que con esta composición de rótulos llamase más la atención del lector casual, y de alguna manera le beneficiase a ella. Nuria fue muy generosa y ayudó a hacer un artículo muy interesante.

Una cosa que me llamó la atención: en Menéame echaron abajo este artículo porque Nuria dice «lettering» en vez de «rotulación». ¡Menuda afrenta léxica! Es una pega de lo más tonta porque ella misma explica en uno de los primeros párrafos por qué usa esta palabra.



30 años de Sandman, el superhéroe de los sueños

Hace diez años un amigo me dijo: «Sandman es un superhéroe, aunque a algunos les moleste». ¿Cómo? «Tiene poderes, un apodo, supermascotas, su Fortaleza de la Soledad... incluso una versión femenina de él mismo». ¿Quién es esa versión? «Su hermana Muerte». Hace poco me acordé de esto y decidí que quería escribir sobre aquello. De lo que me dijo, lo único que quité fue lo de la versión femenina.

Se ha hablado mucho sobre Sandman, pero nunca se le ha dado mucha importancia a su lugar dentro del universo de DC. Creo que este punto de partida ha servido para poder hablar sobre el personaje de una forma más o menos novedosa. Al final, de este tipo de cómics tan conocidos se ha dicho ya tanto que es difícil encontrar un punto de vista que pueda ser interesante.

Me arrepiento de no haberme dado cuenta de que otra característica que diferencia a Sandman del resto de superhéroes es que no tiene peleas físicas. Éste no es un cómic de acción, de tortas y puñetazos.



[Entrevista] Rubén Larrea, colorista de Mortadelo: “En Bruguera había veces que coloreaban bien y otras que no tan bien”

Me choca cómo han manejado la sección de créditos en Bruguera y en Ediciones B. No entiendo qué daño puede hacer ponerle nombre y apellidos a la gente que es responsable de que un cómic se publique de una manera determinada, igual que se hace en otras editoriales.

La entrevista creo que quedó bien, Rubén me transmitió mucha simpatía. Mi obsesión era haberle dado muchísima más cancha a su faceta de DJ. Creo que habría sido un contraste interesante, pero también me parece que con sólo esa pequeña mención es más que suficiente.



Antes de Dani Rovira: ‘La gran superproducción’ de Superlópez que nunca existió

Aquella película que se estuvo produciendo a principios de los 2000 era una de mis obsesiones. Llevaba mucho tiempo queriendo saber más sobre ella. Ya que se iba a estrenar finalmente una adaptación de Superlópez, me pareció que podía ser una oportunidad para ponerme a investigar. Las ilustraciones de XCar son un encargo que hice yo porque me dio ese capricho.

Pensaba que iba a tener mucha más repercusión en redes, pero me consuela que salió en la portada de eldiario.es. En la misma semana del estreno, un periodista de El país aprovechó la idea del artículo para sacar él otro sobre el mismo tema, sin hacer ninguna referencia a lo que había escrito yo. ¿Su artículo existe porque leyó el mío, o fueron independientes?



Raúl Suay, coleccionista de Bruguera: “Podemos convertir al fan medio en un lector más exigente”

Conocí a Raúl de pura casualidad en Sagunt, o más bien le «desvirtualicé», como dicen los chavales. Allí me comentó que estaba en medio de este proyecto de catalogar las páginas de Rompetechos, Pepe Gotera y Otilio, la familia Trapisonda... En aquel momento, viéndole en persona, me di cuenta de la importancia de que alguien como él hiciese ese trabajo.

Ahora mismo Bruguera ya no puede vivir de los contenidos de los años 60, 70 y 80 porque se han reeditado cientos de veces. Lo único que va a atraer a los lectores es la forma de editarlos. Y la más inteligente son ediciones en las que haya un verdadero criterio de selección, no un rótulo que diga «Lo mejor de».

miércoles, 12 de diciembre de 2018

¡Atrévete a dibujar! Diseño de la viñeta

Una vez hecho el boceto de la historieta en cualquier papel, cosa que, como decía en la anterior lección, es muy útil para repartir el tema entre todos los cuadros, se empieza dibujando con lápiz cada cuadro, dando mayor importancia al movimiento de los muñecos, por lo que es conveniente borrar una y otra vez para lograr el efecto deseado.

Se debe estudiar muy bien el tamaño de los muñecos en cada viñeta creando —igual que en el cine, amigos— primer plano, medio plano y panorámica. Esto rompe la monotonía que ofrecería una historieta en la que los muñecos apareciesen al mismo tamaño en todos los cuadros.


La parte superior de la viñeta debe reservarse para el diálogo de los personajes, calculando a ojo el espacio necesario según lo que han de decir. Tened presente que el texto en las historietas es secundario, pues el dibujo ha de «hablar» también por sí solo. O sea, que la línea a seguir —a mi juicio— es no relatar una cosa cuando puede expresarse con el dibujo; en resumen, ahorrar palabras y prodigarse en las expresiones de la cara y del cuerpo del muñeco.

Tampoco conviene dejarse llevar por la confección de la viñeta en perspectivas raras o confusas, en primer lugar porque al reducirse para su impresión, las líneas tienen tendencia a agolparse y, en segundo lugar, porque no conviene distraer al lector en exceso, pendiente como está de lo que ha de «ocurrir» en la continuación de los cuadros.

Repasad atentamente las historietas de Pulgarcito y veréis cómo todos los dibujantes, aleccionados por la experiencia, siguen una línea común sobre estos consejos que os acabo de dar. Practicad esta semana en la confección de bocetos de historietas y hasta la próxima, queridos lectores.

(Pulgarcito nº 1121, 31/10/1952, José Peñarroya)

lunes, 10 de diciembre de 2018

Lo que realmente significan mis cómics favoritos


Me hice hace unos años una lista con los cómics que más me gustaban. Mi intención era escribir un artículo sobre cada uno de ellos. El problema es que a veces no quieres racionalizar un gusto, no tienes la necesidad de justificarte, ni tampoco sentía entonces que yo fuese a aportar algo especial. Así que perdí las ganas de escribir todo aquello.

La lista era la siguiente (ordenada por fecha de publicación):

  • 13, rúe del Percebe
  • El lobo solitario y su cachorro
  • Maus
  • Watchmen
  • Animal Man
  • Jimmy Corrigan, el chico más listo del mundo
  • Balas perdidas
  • Y: el último hombre
  • Yo maté a Adolf Hitler
  • All star Superman

Estaba revisando la lista y planteándome si tengo que corregir a mi yo del pasado para poder publicarla ahora en el blog. Si le tengo que añadir más variedad en todos los sentidos: géneros de ficción, género de los autores, países de procedencia, editoriales americanas (no hay nada de Marvel, me ha extrañado), editoriales españolas... pero no le veo mucho sentido. Una lista como esta no define la calidad de los cómics que aparecen en ella, sino la «calidad» de la persona que la ha escrito.

Puedes haber leído cien o mil cómics en un año, da igual. Aquello que vayas a destacar de todo lo que has leído sólo va a describirte a ti. Dejando a un lado el matiz de tus gustos, esos cómics van a decirle a los demás tu rango de edad, tu género, tu situación económica, tu nivel de estudios, tu ideologia política, si tienes hijos, cómo te influye la publicidad, tu relación con el autor o la editorial... No destacas un cómic porque sea lo mejor que has leído, sino porque es lo que conecta mejor con la persona que eres. Escribir es, también en la crítica, exponerte

Le he dado vueltas a la lista y no sé cómo la cambiaría ahora, cuatro años después. Echo en falta cosas que no conocía en su momento, o que sí conocía pero a las que no les debí de dar tanta importancia. Si la escribiese ahora incluiría algún cómic de Tezuka (posiblemente Ayako, Adolf o El árbol que da sombra),  también algún álbum de Superlópez (La semana más larga, Los cabecicubos...) o de Astérix (La cizaña, Obélix y compañía...) Me extraña que no haya algo de Frank Miller, pero hace mucho que no releo nada suyo. Seguramente ahora querría meter a Sarah Andersen y a Carlos Giménez, o las colecciones La Tumba de Drácula y Planetary. Todavía es pronto para formarme una opinión, pero cuando lleve más leído es posible que destaque también Giant days y Juez Dredd.

Y así, reflexionando sobre qué debería aparecer o no en esta lista, me he dado cuenta de por qué la escribí. No la escribí para recomendarle lecturas a nadie, porque en ningún momento estaba teniendo en cuenta los gustos de otras personas. Escribí la lista para mí, para recordar las sensaciones que me produjeron cuando descubrí estos cómics. Para recomendarme lo que tenía que releer en el futuro.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

¡Atrévete a dibujar! Distribución de la página

Tal como anunciábamos en la última lección, a partir de ésta, el gran dibujante Peñarroya dará principio a sus consejos sobre la manera de «fabricar» historietas:

Queridos lectores: a mí me gustaría mucho hablar extensamente con vosotros sobre dibujo humorístico, pero el limitado espacio de esta sección me obligará a ser lacónico a pesar mío.

El proceso de la historieta —por lo menos tal como lo practico yo— es el siguiente: en primer lugar se ha de buscar un tema cómico, que puede ser una serie de circunstancia graciosas o bien un buen chiste desarrollado de manera que abarque todos los cuadros que ha de tener la historieta, para ello lo mejor es hacer un boceto en un papel cualquiera que sirva para señalar lo que ha de suceder en cada cuadro de la historieta.


Estas se dibujan a tamaño mucho mayor de como aparecen reproducidas en Pulgarcito, siempre que al hacerlas las medidas estén bien proporcionadas; esto se consigue trazando una diagonal tal como aparece en la ilustración y, de esta manera se puede aumentar hasta el tamaño que más acomode a cada dibujante. Por regla general casi todos los dibujante dibujan sus muñecos en cuadros que miden de seis a siete centímetros de altura.

Luego viene la labor de ir dibujando en cada cuadro y con lápiz los muñecos que requiere la escena. La parte más difícil de las historietas es saber mantener el parecido en cada escena y en cada movimiento. Esto sólo se consigue a base de práctica y de conocer muy bien el muñeco que se dibuja.

Practicad durante algunos días con estas indicaciones y hasta la próxima semana, amigos.

(Pulgarcito nº 1120, 24/10/1952, José Peñarroya)

lunes, 3 de diciembre de 2018

'Superlópez': clavo que sobresale, martillazo


Hace unos años se estrenaron dos adaptaciones de Bruguera que creo que se merecieron un mejor recibimiento: Anacleto, agente secreto (2015) y Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo (2014). Las dos eran visiones arriesgadas de esos personajes, les pedían al espectador que pusiese de su parte. A mí me gustó especialmente la de Anacleto, dirigida por Ruiz Caldera. Más que una adaptación, era una secuela que se atrevía a mostrar lo que no se había visto en los tebeos, lo que venía después, algo impensable en cualquier película de Marvel y DC. Aún más, descolocaba al espectador trasladando la inofensiva violencia de las revistas infantiles a un contexto más verosímil. Anacleto ya no era un simpático monigote, sino un «genocida» (se lo llama su hijo) que al mismo tiempo podía sobrevivir a una caída de 20 metros sin hacerse un rasguño.

A esas dos películas les pasó lo que dice el padre de Superlópez: «Clavo que sobresale, martillazo». Hay una lectura política en esta frase que no comparto, pero por desgracia se ajusta a estas adaptaciones de Ruiz Caldera. Lo que dice la taquilla es que el público español prefiere películas que arriesguen menos, que sean más cómodas y familiares. Además, para poder cubrir el presupuesto, no se trata sólo de atraer a la máxima cantidad de espectadores españoles, sino que la cinta tiene que despertar interés en el mercado internacional. Esto obliga a tener que tirar por el camino más convencional, a una historia esquemática de orígenes, con un humor familiar que no sea comprometido, y que tenga muchas escenas de acción. Tiene que ser una película que dé importancia a la parodia de Superman, y que busque ese público amplio (desde niños a ancianos) de un producto de Telecinco.

Hay que valorar Superlópez dentro de estos límites. Aceptando estos peajes, la película cumple. El guión es esquemático y no pretende ser innovador, pero también es funcional y los chistes, simpáticos. Es un tipo de humor para el gran público que a mí no me hace especial tilín, pero en mi sala la gente estallaba en carcajadas y comentaban las ocurrencias en susurros. Los efectos especiales y decorados son baratos comparados con según qué películas, pero se han sabido utilizar para que en buena parte del metraje queden mejor que resultones.

Los efectos especiales se miden en euros, pero el talento de los actores, no (o no tanto). Para mí, Alexandra Jiménez (Luisa Lanas), Pedro Casablanc y Gracia Olayo (padres adoptivos de Superlópez) brillan cada vez que salen en pantalla, también porque el guión les da mucho juego. Dani Rovira construye su López/Superlópez en la línea de sus papeles habituales, un tipo entre pusilánime y tierno. Está alejado del personaje de los tebeos, pero me parece que funciona bien comparado con lo seguro y resolutivo que es el resto del reparto, es lo que le diferencia. Lo único en lo que Rovira no consigue dar el pego es en el Superlópez del final, cuando el guión le pide una presencia más imponente.

No me interesa hablar de cómo funciona una película como adaptación, porque la mayoría de las veces me sobra esa valoración. Una película debería funcionar de manera independiente al original y expresarse a su manera. A nadie le molesta que Jungla de cristal (1988) o El planeta de los simios (1968) sean malas adaptaciones, el público solo les pedía que fuesen buenas películas. Si acaso, lo único que echo en falta son algunos gestos (como los bolsazos) y frases («medianía», «mecachis»...) que deberían definir a los personajes, pero que aquí se han quedado reducidos a guiños sutiles para los lectores. Aún así, la película tiene muchos detalles curiosos: petisos, cómics de Bruguera y Superlópez en pantalla, una nave extraterrestre de La caja de pandora (1983), un planeta diseñado como Hipotecarión (2007), Superlópez enfrentado a gente disfrazada que pide dinero en la calle como en En busca del templo perdido (2008)... Y especialmente, el nombre del padre chitoniano de Superlópez.

Como película, sigue el consejo de la madre del protagonista: hay que ser mediocre. Superlópez no entusiasma, pero tampoco hay motivos para destrozarla. Me parece que por eso el público va a asistir en masa a las salas de cine. Si esto significa una posible secuela y mejores ventas de los tebeos (con un contenido mucho menos mainstream), bienvenida sea esta «medianía».