Llevar un blog te quita mucho tiempo. Si tienes uno, al final tienes que aclararte las ideas para saber exactamente por qué estas invirtiendo estas horas: cuánto estás perdiendo, cuánto estás ganando, y si compensa una cosa por la otra. Yo llevaba alrededor de cuatro años subiendo aquí principalmente reseñas de unas 10 líneas, al final sin muchas ganas. Para animarme, reorienté este año el blog para empezar a escribir artículos más o menos elaborados, uno a la semana. Me he puesto como límite cumplir un año de artículos, luego veremos. Y de estos textos, estos han sido los más leídos en este 2018.
El escote de Hulka: ¿Machismo en los superhéroes?
Hay cosas que es necesario escribir aunque toquen temas complicados y aunque puedan ser mal interpretados. Creo que el feminismo es necesario en nuestra sociedad. También quiero pensar que el feminismo tiene una parte de búsqueda: hay algunos conceptos elementales que no se pueden discutir, pero también matices sobre los que se puede debatir qué sería más o menos correcto. A través de estos intercambios de opiniones, se irán formando con el tiempo opiniones más sólidas que convencerán a más y más gente sin que se le den importancia. Es decir, del mismo modo que ahora nadie discute el derecho de una mujer a votar, trabajar o a tener una cuenta en el banco, estoy seguro de que en el futuro nadie culpará a la víctima de una violación de habérselo buscado.
Ahora bien, no estoy especialmente contento con este texto. Aquí yo no hablaba sobre feminismo. Mi crítica iba dirigida únicamente al pobre tratamiento que había recibido el género de superhéroes en esa entrega de Tramas Maestras. Creo que al género de superhéroes, incluso ahora mismo en 2018, se le puede hacer una crítica feminista (de hecho se le está haciendo en otros sitios y se está haciendo muy bien), pero la de este programa no tenía la preparación suficiente.
No he podido hacer mucho seguimiento de este texto (parece que se ha compartido en grupos privados de Facebook), pero creo que se malinterpretó. Es posible que incluso se haya utilizado como arma arrojadiza contra los estudios de género en el cómic, la diversidad en el género de superhéroes, etcétera. Eso es lo más opuesto a la intención con la que lo escribí.
Cuando las viñetas hablaron del máster de Cifuentes
En su momento pensé que el escándalo del máster de Cristina Cifuentes podía ser uno de los momentos históricos de la política española. De su máster se ha saltado al del aforado Pablo Casado, la dimisión de la ministra Carmen Montón y la desaparición progresiva de títulos académicos en el currículum de Albert Rivera. Cada uno es un caso particular, pero en general se podría decir que han tenido un mismo motivo: una clase política que se siente avergonzada de su falta de formación universitaria. Frente a unos políticos orgullosos de sus orígenes humildes (Cayo Lara jamás ocultó su nivel de estudios), tenemos aquí a otros caracterizados por su clasismo, un sentimiento de inferioridad atroz, y el poder que tienen para conseguir las titulaciones que quieran.
Pero mi texto no iba de eso. Simplemente creo que el cómic o el humor gráfico (tanto si son lo mismo como si son dos formas de expresión diferentes) reflejan el mundo real, o al menos deberían hacerlo. Me gusta el cómic cuando es una herramienta para expresarse de forma masiva, y también cuando sirve para construir o interpretar la realidad. Lo único que quería era recopilar cómo estos autores reflejaban e interpretaban un escándalo político concreto. Sigo pensando que sería muy interesante escribir un texto similar con cualquier otra noticia, para que se entienda que aquí no estaba hablando de política, sino de cómic.
Eso tan complicado de reeditar Bruguera
«¡A un precio módico!» No sé cómo no le di más importancia a este detalle del anuncio. Ahora mismo poquitas editoriales podrían utilizar ese eslogan...
La compra del catálogo de Bruguera tenía que hacernos pensar a los aficionados al cómic sobre este catálogo. Como poco, sobre dos aspectos: si merece la pena rescatar algo de aquellos años, y concretamente qué material. Después del «¿Por qué?» y el «¿Qué?», llegaríamos a las dos últimas preguntas: «¿Cómo?» y «¿Para quién?». Si Penguin sabe responder a estas cuatro preguntas, el catálogo de Bruguera podría tener una segunda vida comercial. Si no, seguramente acabará desapareciendo poco a poco. Iremos viendo.
Mondo hueso (Yordi)
Es la única reseña de este año que ha estado entre lo más leído, y me alegra. Yordi se arriesgó al sacar su primer cómic en solitario con bastantes puntos en contra: no es un autor conocido, no se lo ha sacado una de las editoriales más grandes, y tampoco se mueve en un círculo de autores importante y con visibilidad. Cuenta sólo con su talento para reivindicar su trabajo. Se arriesgó también con un género que domina, el humor gráfico, que no vive su mejor momento y ya no ocupa tanto espacio en revistas y periódicos como en otros años.
Para bien o para mal, ha empezado con una muestra de su mejor trabajo. De este cómic no se puede decir: «Habrá que seguirle la pista para saber cómo va a ir progresando». Este cómic es la obra de un autor virtuoso, maduro y versátil.
Puede que conozca demasiado a Yordi y me cueste ser objetivo, pero soy sincero si digo que es un cómic que recomendaría a cualquier persona y sé que acertaría.
'Masculinidad tóxica en el cómic' en KBOOM! 2018
Es un contraste con el artículo del escote de Hulka. En este caso, poquitos comentarios hice realmente sobre cómics...
Por qué creo que Superlópez pudo terminar en los 80
Era una pequeña obsesión que tenía, aclararme el calendario de trabajo de Jan de aquellos años. Al seguir un poco los personajes y las series, la conclusión a la que llegué fue esa, pero otra persona lo habría interpretado de cualquier otra manera.
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