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martes, 5 de diciembre de 2017

Serenity. No power in the 'verse (Chris Roberson, George Jeanty)


Firefly tenía lo necesario para convertirse en una serie de televisión de referencia y, sin embargo, fue cancelada a los 13 capítulos. Ya ha pasado demasiado tiempo como para que sea posible reunir a todo el equipo creativo de nuevo y continuar donde terminó la película. Si queremos saber más sobre estos personajes, solo nos quedan los cómics.

Por lo general, huyo de los cómics de franquicias. Sin haberlos leído me suelen parecer merchandising que no llega a la altura del material con el que está relacionado. Por eso me sorprenden e intentó reivindicar las excepciones que encuentro, como ese Dr. Horrible, and Other Horrible Stories o The Shepherd's Tale. Ahora bien, ni el tomo de esta reseña ni el anterior a este, Leaves on the wind, entrarían en ese grupo.

Dark Horse publicó tres tomos independientes alrededor del universo de Firefly antes de lanzar una colección regular que continuase a partir del final de la película Serenity (2005). En el tomo anterior, el cuarto, Leaves on the wind, se nos mostraba cómo se volvía a reunir la tripulación, la creación de un grupo rebelde tipo 15-M que quería luchar contra la autoritaria Alianza y conocíamos más sobre los experimentos traumáticos a los que fue sometida River. Poco más se podría decir de aquel tomo. El dibujante tal vez no fuese muy bueno con las caras de los actores, pero sí lo era en la inclusión de detalles de fondo que ambientaban perfectamente sus páginas en el universo de la serie.

No power in the 'verse no va mucho más allá. El pasado de River regresa una vez más, mientras que el capitán Malcolm Reynolds y su equipo se las tienen que ver también con rebeldes extremistas que han decidido tomar una posición más agresiva contra la Alianza. El tomo cumple pero no entusiasma. Me quedo con que las últimas páginas dan a entender que los autores son conscientes de que nos han dado una historia de transición y que van a probar algo diferente en la siguiente entrega.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

El Asesino de Green River, de Jeff Jensen y Jonathan Case

Cartoné, 240 páginas, blanco y negro, 22 €

Tengo un poco de reparo con los cómics autobiográficos o con biografías de familiares. Es muy fácil que caigan en el error de reflejar al protagonista como alguien casi perfecto. "Yo lo hago todo bien, son los demás los que se equivocan". Lo veo por ejemplo en las tiras de ¿Dónde Está el Guionista?, que basan su humor en la incomprensión que sufren los guionistas y en lo estúpidos que son todos los demás. Maus me apasiona entre otras cosas por este motivo. Spiegelman no sólo se atreve a reflejar a su padre con sus insoportables defectos, sino que se muestra a sí mismo como una persona "indeseable" entre comillas. Al enseñar los trapos sucios en público se retrata como un mal hijo que no respeta la intimidad de su familia.

Lo cierto es que El Asesino de Green River no tiene nada que ver con esta reflexión. Jeff Jensen muestra a su padre con algunos defectos y debilidades, pero no deja de ser una historia épica en la que lo convierte en un héroe. Es un homenaje a una persona a la que admira, la que según la dedicatoria le enseñó "a leer con los cómics de Batman". Tom Jensen es un fumador empedernido que delató a manifestantes izquierdistas en los 70, de acuerdo, pero también es el detective más entregado a una búsqueda durante 20 años de un asesino en serie de prostitutas.

Supongo que si la historia funciona tan bien a pesar de dar una imagen tan heroica del detective Jensen es porque se trata de un heroísmo patético. Estamos acostumbrados a relatos de detectives y asesinos muy dramatizados y llenos de clichés. Policías salvando a una víctima en el último momento, pequeñas pistas ingeniosas que resuelven el caso de milagro, interrogatorios tensos y ágiles en los que la trama avanza, etc. El Asesino de Green River también es una dramatización, pero la gran diferencia es que se basa en los hechos reales de una forma que muy pocos guionistas se atreverían a hacerlo. La investigación es lenta, no aparecen muchas pistas y las que aparecen no dicen nada. En los interrogatorios, al sospechoso le cuesta responder aunque se esfuerce al máximo. No hay persecuciones ni hay tampoco un villano carismático.

No es un heroísmo clásico también porque la trama no está enfocada en la derrota del "malo". Gary Leon Ridgway se ha entregado y se ofrece a colaborar con la justicia a cambio de que no le condenen a muerte por los 60 asesinatos que ha cometido. El protagonista se enfrenta a un dilema: ayudar a castigar con la pena capital al villano, o pactar con él para conseguir toda la información que falta en este caso. Su decisión es lo que mueve toda la historia: la búsqueda de la verdad, de explicaciones para él mismo y las familias de las víctimas. En esencia, de eso es de lo que han tratado las historias heroicas desde los mitos clásicos. Cuando un héroe humano derrota a un monstruo animalesco demuestra que la razón está por encima del salvajismo. Las historias de psicópatas hablan del mismo tema, la civilización contra el caos. En este caso en concreto, lo que como lectores conseguimos cuando Jensen intenta comprender al asesino (intenta aplicar la lógica al sinsentido) no es la "derrota" de un monstruo, sino observar los efectos que la investigación tiene en él.

Por tanto, de momento tenemos dos elementos por los que este cómic merece ser tenido en cuenta: es un retrato realista y sin efectismos de una investigación policial, y no se centra en encontrar a un asesino sino en ver cómo afecta esta investigación a un policía. Es una lectura atípica tanto dentro del género del psychothriller como dentro de las biografías, que de algún modo recuerda al Zodiac de David Fincher. El guionista Jeff Jensen y el dibujante Jonathan Case (¡qué dibujo!, cada línea es una gozada) consiguen mover estos dos temas a lo largo del tomo con bastante acierto, añadiendo cierto humor y drama cuando es necesario. Esto no quiere decir que a un nivel técnico el guión sea perfecto. A medida que avanza la historia aparecen más y más flashbacks que desordenan una historia que podría haber quedado más clara y contundente con menos saltos. En otro ejemplo, la página 26, no queda claro en una primera lectura si el cuadro de texto continúa desde el último bocadillo o si comienza una nueva conversación. Son errores básicos, pero que no perjudican a un cómic con una premisa tan arrebatadora.

martes, 14 de mayo de 2013

Los cómics de Firefly/Serenity

Durante la última temporada de Buffy Cazavampiros su creador y productor, Joss Whedon, inició una nueva serie de televisión. Firefly (2002-2003) estuvo protagonizada por un grupo de nueve forajidos espaciales de buen corazón que cometen delitos para sobrevivir. Se encuentra ambientada en el futuro, después de que la humanidad haya tenido que emigrar desde la Tierra en busca de nuevos recursos. En los nuevos planetas terraformados el progreso no ha llegado a todos al mismo ritmo por lo que en algunos de ellos todavía se sigue viviendo como en el antiguo Oeste americano mezclado con la cultura milenaria china. Malcolm Reynolds es el capitán de la tripulación, un cínico bienintencionado que recuerda (no por casualidad) al Han Solo de Star Wars.


Las audiencias de la serie fueron bastante bajas (los fans le echan la culpa a la cadena FOX, que desordenaba los capítulos y cambiaba con frecuencia el horario) con lo que la serie fue cancelada después de emitirse el capítulo 11 de los 14 que había rodados. La ciencia ficción nunca lo ha tenido muy fácil en la televisión. De manera excepcional, teniendo en cuenta que se trata de una serie cancelada, gracias a las peticiones de los seguidores se acabó distribuyendo los capítulos en unos DVD que fueron un éxito de ventas. Al ver que era imposible continuar con la serie en otra cadena, Whedon finalmente consiguió que Universal Pictures se animase a producir una secuela en forma de película.


Serenity (2005) se ambienta seis meses después del último capítulo de la serie. La trama se centra en la superdotada River Tam y los experimentos científicos inhumanos que lleva a cabo el gobierno de la Alianza. Con esta cinta Joss Whedon se estrenó como director de cine y lo cierto es que aprobó con muy buena nota. Sin embargo, la película no fue el éxito que se esperaba (segundo puesto de taquilla el fin de semana de su estreno) con lo que no tuvo segunda parte.

Al margen de la serie y la película existe una media docena de cómics basados en esta franquicia co-escritos por Joss Whedon que han sido recopilados en tres tomos recopilatorios por Dark Horse.


Those Left Behind (Los que se quedaron atrás, 2005)


Su argumento, que incialmente estaba planeado para una serie de animación, sirve de puente entre el último capítulo de la serie y la película, explica los cambios que se producen en algunos personajes (Inara y Book) entre las dos historias. Cuando Malcolm Reynolds y compañía llevan a cabo un delito que les han encargado ni esperan reencontrarse con un viejo enemigo ni que los Manos Azules intenten secuestrar de nuevo a River. Aunque es bastante inaccesible para quien no haya visto la serie curiosamente en su momento fue uno de los recopilatorios más vendidos de Dark Horse.


Better Days and Other Stories (Tiempos mejores y otras historias, 2008-2010)



La historia principal del tomo es la segunda miniserie de tres números basada en esta franquicia, escrita y dibujada por los mismos autores que Those Left Behind. En Better Days, gracias a que la tripulación encuentra una cantidad exorbitada de dinero, el lector puede descubrir uno a uno cuáles son los sueños que cada personaje cumpliría gastándoselo en sí mismos. El tomo se completa con otras tres historias ambientadas antes o después de la película, como The Other Half o Downtime, pero la que destaca es la que cierra el tomo, Float Out. En ella, tres antiguos amigos de Wash recuerdan sus logros como piloto de la Serenity y finalmente Zoe hace una sorprendente revelación.


Shepherd's Tale (La historia del pastor, 2010)


Dentro de la colección este cómic es bastante sorprendente. Es una historia completa de 56 páginas (no una recopilación), es inesperadamente accesible para cualquier lector... y es un buen cómic en términos generales, más allá de ser merchandising. El argumento se centra exclusivamente en el reverendo Book, el sacerdote cristiano que acompaña a la tripulación de la Serenity (que aquí aparece sólo durante cuatro páginas). No hay grandes revelaciones sobre los misterios que rodeaban al personaje sino un hombre perdido y confuso que después de una vida de errores encuentra la felicidad en la fe. El dibujo de Chris Samnee (que actualmente dibuja el Daredevil de Mark Waid) es mucho más sofisticado que los vistos en los otros tomos y la estructura no lineal del guión es algo arriesgado dentro de lo que alguien esperaría en el cómic de una licencia.

Whedon ha dicho una y otra vez que no tiene intención de publicar una serie regular basada en estos personajes. Sin embargo, el año pasado se publicó un nuevo cómic titulado Serenity para el Día del Cómic Gratis americano. Con el éxito de Whedon con Los Vengadores y del actor Nathan Fillion en la serie Castle nadie se plantea volver a hacer más capítulos o películas de esta franquicia, pero es posible que al menos sigan saliendo con cuentagotas más cómics de Firefly/Serenity con el tiempo.

viernes, 15 de junio de 2012

Dr. Horrible, and Other Horrible Stories

Sólo digo que si queremos un mundo mejor, los planes malignos, los villanos y los secuaces son nuestra única esperanza.” (Dr. Horrible)

En 2008 el director y guionista Joss Whedon, sus dos hermanos (Zack y Jed) y la esposa de este último, Maurissa Tancharoen, buscaron una manera de poder escribir alguna historia sin dejar al mismo tiempo de participar en la huelga de guionistas de ese año. El resultado fue una miniserie musical on-line de tres capítulos protagonizada por un aspirante a supervillano que estaba enamorado de una pelirroja que iba a la misma lavandería que él. Esta pequeña pieza de 45 minutos no sólo hizo furor entre los espectadores sino que consiguió ser la ganadora de una buena cantidad merecida de premios.

Si alguien no la ha visto todavía aquí está la primera parte. El resto se puede encontrar en Youtube fácilmente:


El éxito de esta miniserie llevaría a Dark Horse a publicar al año siguiente un cómic protagonizado por los mismos personajes: Captain Hammer, Moist, Penny y Dr. Horrible. Imagino que llegó a vender tan bien que sacaron dos ediciones más con portadas alternativas. Al año siguiente, en 2010, se publicó el tomo recopilatorio Dr. Horrible, and Other Horrible Stories que recopilaba las historias anteriores además de añadir una más centrada en la Malvada Liga del Mal (Evil League of Evil).


El guión corre a cargo de Zack Whedon, uno de los guionistas de la miniserie original, mientras que el dibujo es obra de varios dibujantes de los que voy a destacar a Jöelle Jones por la historia principal. En sí el tomo es una precuela de la miniserie que en cada capítulo describe parte de la vida de cada personaje. ¿El día a día del poderoso y seductor Captain Hammer es tan fácil como parece? ¿Cómo llegó Moist a ser tan húmedo? ¿Cómo es de triste la vida de Penny? ¿Y qué llevó al Dr. Horrible a querer unirse al bando de los malos? Un recurso clásico: todas las historias, aunque parezcan independientes, siguen una misma trama que desemboca en el último número.

El tomo es una maravilla, a la altura de los videos. Me imagino que influye mucho el hecho de que el guionista de estos cómics tenga ya experiencia sobrada tanto en el mundo de la televisión como en los cómics… y claro, en la miniserie original. El humor y el estilo siguen el mismo tono, recuperando personajes insospechados y desvelando curiosidades que sólo se insinuaban entre canción y canción. Un buen detalle de los dibujantes, por cierto, es que en ningún momento caen en el error de calcar fotos.

La historia es simple y por eso conectamos tanto con ella. Captain Hammer es el cretino don perfecto al que la vida le sonríe. Dr. Horrible, el pobre diablo sin futuro que todos llevamos dentro. Penny, un sueño inalcanzable. Gracias a este cómic podemos seguir disfrutando de estos personajes mientras esperamos que, a ver si esta vez es verdad, este verano Joss Whedon y compañía empiecen a rodar la secuela.

lunes, 20 de febrero de 2012

La tumba de Dracula: Mutantes, magia, los años 90, censura y castillos en la Luna

Con la cancelación del magazine casi podríamos dar por terminadas las historias de Dracula y sus secundarios. Bill Mantlo recuperó a Harold H Harold en el magazine de Howard el Pato (Howard the Duck Magazine #5, 1980) para convertirlo en vampiro, algo que Wolfman consideró una broma a su costa. J.M. DeMatteis utilizaría a Drácula muy brevemente como villano en el Defenders #95 (1981) en una historia con poco sentido que sería corregida por Roger Stern. De una manera más inteligente, Chris Claremont se serviría del personaje en los números X-men #159 y X-men Annual #6 (ambos de 1982) en los que, sin embargo, este vampiro asesinaría de una manera demasiado sencilla a Rachel Van Helsing, lo que a muchos lectores les (nos) pareció un error imperdonable. Por otro lado, recuperó la formula Montesi presentada en la colección Dracula Lives! que tendría su importancia en historias futuras.

El conde con su nueva barba a punto de darse un festín con Tormenta

Un homenaje a Tomb of Dracula en el Captain
América #254, de Roger Stern y John Byrne, 1981

Al contrario que los anteriores guionistas, Roger Stern sabría utilizar sin errores al reparto de TOD (Dracula, Blade, Hannibal King y Frank Drake) en una épica trama para la colección del Doctor Extraño (Doctor Strange #58-62, 1985) que culminó con la muerte oficial de todos los vampiros del universo Marvel. Esta saga tuvo un cruce con los Thor #332-333, pero no son números precisamente reivindicables excepto por la curiosidad de ver a Vince Colleta destrozando de nuevo la imagen de Drácula. El conocimiento enciclopédico de Stern del universo Marvel ayudó nuevamente a hilar diversas tramas sueltas, a corregir errores de continuidad y al mismo tiempo presentar una de las historias más emocionantes de la historia de Marvel.

Una portada tremenda para un enfrentamiento definitivo

En 1991, con Jim Shooter bien lejos de la dirección de Marvel, Wolfman y Colan se decidirían a continuar la trama de la Tumba de Drácula en una mini-serie de cuatro prestigios bajo el sello independiente Epic. Tomando como punto de partida la mala decisión de olvidar las historias del magazine en blanco y negro, Drácula volvería a caminar entre los vivos desde aquella pelea con Quincy Harker ayudado esta vez por Gregor Smirnoff, un profesor de universidad que quiere conseguir la inmortalidad. Frank Drake (casado con Marlene McKenna después de dejar a Rachel van Helsing) y un Blade de estética rockera se unirán para intentar devolverle a la tumba, tras lo cual este último acabará internado en un psiquiátrico por perder completamente la cabeza.


Los nuevos Blade y Drácula de estética noventera

¿Qué tal es el cómic? Muy raro. Fue una lástima que Tom Palmer fuese sustituido por Al Williamson como entintador, pero se puede llegar a disculpar ya que tanto en el argumento como en el dibujo esta miniserie se alejaba demasiado de la colección original. El sexo, la violencia, la estética (Drácula con coleta y mallas ajustadas, sus transformaciones...), el comportamiento de los personajes (especialmente Blade), etc. se habían extremado tanto que parecía una caricatura de la Tumba de Drácula original. En cierto modo es comprensible que Wolfman haya comentado en alguna ocasión que no quedó satisfecho con el resultado.

Al mismo tiempo, los dos autores principales de Tomb of Dracula junto a, esta vez sí, Tom Palmer se encargarían de una historia de cuatro páginas para la revista Goofy Adventures #17, Tomb of Goofula, un homenaje a su propio trabajo de los 70.


Con el éxito de la película de Drácula dirigida por Coppola (1992) Marvel aprovechó para reeditar algunos de los números de TOD. En 1998, a rebufo de la primera película de Blade, se editó la miniserie Dracula: Lord of the Undead, escrita por Gleen Greenberg y con el dibujo de Pat Oliffe y Tom Palmer, en la que recuperaba al personaje principal. Por su parte Wolfman y Colan reinterpretarían a Dracula en una interesante miniserie de tres números (o serie regular cancelada, ejém) para Dark Horse, The Curse of Dracula, en la que los lápices de Colan fueron coloreados directamente sin entintar.

Pat Oliffe mimetizando a Gene Colan

El nuevo y juvenil Drácula de Wolfman y Colan

La colección original ha sido reeditada en EEUU en los formatos Essential (2003-2005, cuatro tomos gruesos en blanco y negro con tapa blanda) y Omnibus (2008-2010, tres tomos con color restaurado y tapa dura). Lo más interesante de estas ediciones, y es por lo que lo comento, es que las páginas de los magazines han sido retocadas para suavizar el sexo pero curiosamente no el exceso de violencia. Aunque de este modo estas historias se han podido distribuir sin un sello de “recomendado a lectores adultos” (¿?) el conservadurismo de los editores no ha podido ser más criticado por el fandom.

Edición original y retocada: tetas no, gore sí.
Por no mencionar las splash-pages de empalamientos...

En 2006 Diamond Select Toys puso a la venta una colección
limitada de 1000 copias de esta figura esculpida por Jean St.
Jean. Mide unos 25 cm y costaba originalmente 250 dólares.

Otra necesaria mención nos lleva a 2009, a los números 9 a 15 de Captain Britania and the MI:13, en los que el guionista Paul Cornell recuperó bastante bien a Drácula, con un guiño a Gene Colan incluido, y al británico Blade en una trama apocalíptica. Aquí un Drácula más racista que nunca y que vive literalmente en la Luna planeaba invadir y gobernar el Reino Unido con un ejército de vampiros.

Su presencia luce más a la luz de la Tierra

Se podrían citar muchas más apariciones o curiosidades, pero terminemos con un final feliz: la adaptación del libro de Stoker realizada por Thomas y Giordano que quedó inconclusa con las cancelaciones de los magazines de 1975 fue finalmente editada completa en 4 grapas y recopilada en tomo en 2010.

Una de las portada del tomo recopilatorio

Contnúa en: El anime de Drácula y Wolfman a juicio por Blade

jueves, 29 de diciembre de 2011

Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay: los cómics

Cuando la novela se convirtió en un éxito varias editoriales le pidieron a Chabon realizar algún spin-off del libro en forma de cómic. Quien se acabó llevando el gato al agua fue Dark Horse, que a partir de febrero de 2004 comenzó a publicar una colección de tomos de 80 páginas trimestrales con diferentes historias cortas centradas en el Escapista, Polilla Luna y otros personajes del universo de ficción creado por Kavalier y Clay.

Portada del primer número de las Asombrosas Aventuras del Escapista

Michael Chabon se encargó de supervisar la colección y escribir algunas historias, como por ejemplo el origen del Escapista (adaptando línea a línea un capítulo de su libro). La lista de autores que participaron en este proyecto es extensísima y abarca tanto profesionales veteranos (Gene Colan, Joe Staton…) como dibujantes de webcómics (Tony Leonard Tamai,  Steve Conley...), tanto especializados en historias de género (Jim Starlin, Matt Wagner…) como otros más costumbristas (Jeffrey Brown, Harvey Pekar…), desde lo mainstream (Brian K. Vaughan…) a lo experimental (Kyle Baker, Matt Kyndt…), y tanto americanos como internacionales (Jason, Paul Grist…) El sexto tomo tiene el triste honor de contener el último cómic dibujado por Will Eisner, seis páginas co-protagonizadas por Spirit, al que no dibujaba desde hacía décadas.

El objetivo de estas historias es crear la ilusión de que el Escapista ha sido un personaje de cómic real que Chabon habría descubierto en 1968 y a partir del cuál habría escrito su novela. Cada cómic está ambientado en diferentes épocas históricas, tanto pasadas (la revolución hippy de los cómics DC de los años 70, la crudeza de los cómics de EC de los 50…) como más actuales basándose en anécdotas reales, como el cómic semi-legal protagonizado por Lobezno que Jeffrey Brown distribuyó entre sus amigos en 2004. Incluso Roy Thomas, que actualmente trabaja como historiador del cómic en su revista Alter Ego, colabora con varios textos para explicar las diferentes etapas editoriales del personaje. Como pequeñas curiosidades se incluyen incluso parodias del personaje principal.

Portada de John Cassaday para el cuarto número

El resultado es muy satisfactorio. Ninguna historia inventa la rueda, pero sí exprimen todas las posibilidades que les dan los personajes. Mientras que otras antologías similares (Batman Black&White, Bizarro Comics, Strage Tales, Wednesday Comics…) recopilan historias de personajes con un pasado muy extenso, Las sombrosas aventuras del Escapista presentan al público a los personajes, sus villanos, secundarios y situaciones recurrentes por primera vez. Esto les da a los autores la ventaja de poder contar historias básicas, basadas en elementos muy simples, sin el miedo a que algún guionista o dibujante hubiese contado ese mismo argumento durante los últimos 80 años. Con razón ganó en 2005 el premio Eisner a la mejor antología y el Harvey a la mejor nueva serie. En 2004 Eric Wight ganó por su colaboración en esta colección el premio Eisner al dibujante más prometedor.

El principal defecto de estos cómics se encuentra desgraciadamente en que era imposible fidelizar al lector. Sin subtramas ni personajes regulares los lectores no debieron de sentir la necesidad de seguir esta colección, que además exigía ciertos conocimientos de la historia del cómic para poder disfrutar completamente de algunos relatos. Finalmente debido a la bajada de ventas la serie fue cancelada en enero de 2006.

Portada del recopilatorio de la miniserie The Escapists

Precisamente se quiso corregir esa falta de subtramas en el último número, en el comenzaba una miniserie escrita por Brian K. Vaughan (Y: el último hombre, Ex machina…) y dibujada en un primer momento por el Philip Bond (Vinamarama, Mata a tu novio, Vertigo Pop! London…) y Eduardo Barreto (Lex Luthor: biografía no autorizada, Superman, Batman…), y continuada por Jason S. Alexander y Steve Rolston. Para continuarla se abrió una nueva colección de seis entregas, The Escapists, en la que se publicó también el número publicado en The Amazing Adventures of the Escapist #8. La historia trata sobre Max Roth y Case Weaver, un guionista y una dibujante independientes actuales que quieren relanzar al Escapista.


Portadas de Frank Miller y Paul Pope para los números 1 y 5

Aquí nos encontramos casi sin lugar a dudas con el Vaughan más inspirado de su vida. Convierte el relato en una alegoría autobiográfica (Cleveland es el lugar de nacimiento de Max, de los padres de Superman… y del propio Vaughan) en la que el cómic y su industria son tratados de manera muy inteligente. Las grandes empresas que no valoran los personajes sino como marcas, las personas que ven el cómic sólo como un medio para animar a la lectura a los niños… Entre los detalles más interesantes de la historia está que Max es un seguidor del cómic de superhéroes mainstream mientras que Case es aficionada al underground. Su acercamiento al cómic será muy diferente: él citará los experimentos narrativos de G.I.Joe, mientras que ella hará referencia a los de Will Eisner, por ejemplo.

Pero estamos hablando de un cómic en el que se pueden hacer más cosas que presentar un argumento. Vaughan utiliza precisamente el formato del cómic para jugar con el contraste entre el cómic y el mundo real, con transiciones graduales de uno a otro, la ambientación de diálogos reales dentro de las páginas de un cómic, el proceso de entintado y color de una página como metáfora de un encuentro amoroso… Las contra portadas de las grapas originales de estos cómics precisamente servían como portadas de los cómics que se dibujaban en cada historia.

Los límites entre lo real y la ficción

Aunque puede leerse de manera completamente independiente a la novela de Chabon, esta miniserie podría considerarse la continuación perfecta de ella. Los protagonistas de las dos historias son artistas del cómic relacionados con el Escapista, ambientados dentro del mismo universo de ficción, que en los dos casos buscan la libertad. Si el Escapista dedica su vida a romper cadenas, Max y Case lucharán en esta historia por conseguir libertad creativa.

En España Planeta de Agostini editó sólo 6 de los primeros 8 tomos y dejó inédita la miniserie. El precio era de 7,50€ por 80 páginas.