jueves, 29 de diciembre de 2011

Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay: los cómics

Cuando la novela se convirtió en un éxito varias editoriales le pidieron a Chabon realizar algún spin-off del libro en forma de cómic. Quien se acabó llevando el gato al agua fue Dark Horse, que a partir de febrero de 2004 comenzó a publicar una colección de tomos de 80 páginas trimestrales con diferentes historias cortas centradas en el Escapista, Polilla Luna y otros personajes del universo de ficción creado por Kavalier y Clay.

Portada del primer número de las Asombrosas Aventuras del Escapista

Michael Chabon se encargó de supervisar la colección y escribir algunas historias, como por ejemplo el origen del Escapista (adaptando línea a línea un capítulo de su libro). La lista de autores que participaron en este proyecto es extensísima y abarca tanto profesionales veteranos (Gene Colan, Joe Staton…) como dibujantes de webcómics (Tony Leonard Tamai,  Steve Conley...), tanto especializados en historias de género (Jim Starlin, Matt Wagner…) como otros más costumbristas (Jeffrey Brown, Harvey Pekar…), desde lo mainstream (Brian K. Vaughan…) a lo experimental (Kyle Baker, Matt Kyndt…), y tanto americanos como internacionales (Jason, Paul Grist…) El sexto tomo tiene el triste honor de contener el último cómic dibujado por Will Eisner, seis páginas co-protagonizadas por Spirit, al que no dibujaba desde hacía décadas.

El objetivo de estas historias es crear la ilusión de que el Escapista ha sido un personaje de cómic real que Chabon habría descubierto en 1968 y a partir del cuál habría escrito su novela. Cada cómic está ambientado en diferentes épocas históricas, tanto pasadas (la revolución hippy de los cómics DC de los años 70, la crudeza de los cómics de EC de los 50…) como más actuales basándose en anécdotas reales, como el cómic semi-legal protagonizado por Lobezno que Jeffrey Brown distribuyó entre sus amigos en 2004. Incluso Roy Thomas, que actualmente trabaja como historiador del cómic en su revista Alter Ego, colabora con varios textos para explicar las diferentes etapas editoriales del personaje. Como pequeñas curiosidades se incluyen incluso parodias del personaje principal.

Portada de John Cassaday para el cuarto número

El resultado es muy satisfactorio. Ninguna historia inventa la rueda, pero sí exprimen todas las posibilidades que les dan los personajes. Mientras que otras antologías similares (Batman Black&White, Bizarro Comics, Strage Tales, Wednesday Comics…) recopilan historias de personajes con un pasado muy extenso, Las sombrosas aventuras del Escapista presentan al público a los personajes, sus villanos, secundarios y situaciones recurrentes por primera vez. Esto les da a los autores la ventaja de poder contar historias básicas, basadas en elementos muy simples, sin el miedo a que algún guionista o dibujante hubiese contado ese mismo argumento durante los últimos 80 años. Con razón ganó en 2005 el premio Eisner a la mejor antología y el Harvey a la mejor nueva serie. En 2004 Eric Wight ganó por su colaboración en esta colección el premio Eisner al dibujante más prometedor.

El principal defecto de estos cómics se encuentra desgraciadamente en que era imposible fidelizar al lector. Sin subtramas ni personajes regulares los lectores no debieron de sentir la necesidad de seguir esta colección, que además exigía ciertos conocimientos de la historia del cómic para poder disfrutar completamente de algunos relatos. Finalmente debido a la bajada de ventas la serie fue cancelada en enero de 2006.

Portada del recopilatorio de la miniserie The Escapists

Precisamente se quiso corregir esa falta de subtramas en el último número, en el comenzaba una miniserie escrita por Brian K. Vaughan (Y: el último hombre, Ex machina…) y dibujada en un primer momento por el Philip Bond (Vinamarama, Mata a tu novio, Vertigo Pop! London…) y Eduardo Barreto (Lex Luthor: biografía no autorizada, Superman, Batman…), y continuada por Jason S. Alexander y Steve Rolston. Para continuarla se abrió una nueva colección de seis entregas, The Escapists, en la que se publicó también el número publicado en The Amazing Adventures of the Escapist #8. La historia trata sobre Max Roth y Case Weaver, un guionista y una dibujante independientes actuales que quieren relanzar al Escapista.


Portadas de Frank Miller y Paul Pope para los números 1 y 5

Aquí nos encontramos casi sin lugar a dudas con el Vaughan más inspirado de su vida. Convierte el relato en una alegoría autobiográfica (Cleveland es el lugar de nacimiento de Max, de los padres de Superman… y del propio Vaughan) en la que el cómic y su industria son tratados de manera muy inteligente. Las grandes empresas que no valoran los personajes sino como marcas, las personas que ven el cómic sólo como un medio para animar a la lectura a los niños… Entre los detalles más interesantes de la historia está que Max es un seguidor del cómic de superhéroes mainstream mientras que Case es aficionada al underground. Su acercamiento al cómic será muy diferente: él citará los experimentos narrativos de G.I.Joe, mientras que ella hará referencia a los de Will Eisner, por ejemplo.

Pero estamos hablando de un cómic en el que se pueden hacer más cosas que presentar un argumento. Vaughan utiliza precisamente el formato del cómic para jugar con el contraste entre el cómic y el mundo real, con transiciones graduales de uno a otro, la ambientación de diálogos reales dentro de las páginas de un cómic, el proceso de entintado y color de una página como metáfora de un encuentro amoroso… Las contra portadas de las grapas originales de estos cómics precisamente servían como portadas de los cómics que se dibujaban en cada historia.

Los límites entre lo real y la ficción

Aunque puede leerse de manera completamente independiente a la novela de Chabon, esta miniserie podría considerarse la continuación perfecta de ella. Los protagonistas de las dos historias son artistas del cómic relacionados con el Escapista, ambientados dentro del mismo universo de ficción, que en los dos casos buscan la libertad. Si el Escapista dedica su vida a romper cadenas, Max y Case lucharán en esta historia por conseguir libertad creativa.

En España Planeta de Agostini editó sólo 6 de los primeros 8 tomos y dejó inédita la miniserie. El precio era de 7,50€ por 80 páginas.

3 comentarios:

El Tete dijo...

>En España Planeta de Agostini editó sólo 6 de los primeros 8 tomos y dejó inédita la miniserie. El precio era de 15€ por 80 páginas.


JAJAJAJA!! Qué buena la inocentada, chicos.

Espera, hoy es 29...

Peúbe dijo...

La buena noticia es que ahora se puede comprar saldado a la tercera parte de su precio en cualquier parte. Más vale comprarlo ahora que no cuando se estrene la adaptación y le suban el precio.

Peúbe dijo...

Vale, lo del precio ha sido un error, corregido.