lunes, 25 de marzo de 2019

'¡Atrévete a dibujar!' en la revista Pulgarcito

Una lección de Conti del Pulgarcito nº 1115

Durante 8 meses entre 1952 y 1953 se incluyó en la revista Pulgarcito la sección ¡Atrévete a dibujar! Estuvo formada por 30 entregas de las que se encargaron los dibujantes Carlos Conti (13 entregas sobre el dibujo en general), José Peñarroya (10 sobre el dibujo de historietas) y Guillermo Cifré (7 sobre el dibujo de mujeres y niños).

Me imagino que algo debía de haber en el ambiente para que naciese este interés en las lecciones de dibujo porque esta sección fue anunciada en los nº 1105 y nº 1106 de Pulgarcito como si se la considerase un atractivo para los lectores. Además, en estas mismas semanas y en la misma revista, Josep Escobar incluyó anuncios de sus propios cursos de dibujo por correspondencia. Seguramente aquí pueda estar el motivo por el que Escobar no llegase a participar en esta sección.

Publicidad del Pulgarcito nº 1105

No sé hasta qué punto pueden ser unas lecciones útiles actualmente. Como poco, es evidente que no son unas lecciones universales, sino que antes que nada reflejan el tipo de cómic que hacían estos autores. Están enfocadas al cómic de humor seriado en una revista, y se limitan al proceso de guión, lápiz y dibujo con tinta. Es decir, nada sobre ordenadores (aunque no haga falta aclararlo), pero tampoco sobre coloreado, rotulación o sobre otras técnicas de dibujo.

También son un reflejo de la época en la que fueron escritas. Cifré por ejemplo comenta lo siguiente: «La figuras femeninas tienen un juego de posturas mucho más limitado que los hombres, ya que determinadas posiciones no se prestan a ello por demasiado grotescas». Es una reflexión parecida a la que hace después sobre los niños: «Las expresiones en el rostro de los niños son también bastante limitadas, pues no se les puede forzar mucho sin que pierdan su gracia infantil». Cualquiera se da cuenta de que actualmente estas preocupaciones no tienen ninguna importancia. Las limitaciones de las que hablaba Cifré tenían sentido cuando el objetivo era dibujar un tipo concreto de personaje, uno con «gracia femenina» o «gracia infantil».

Publicidad de los cursos por correspondencia de Escobar en el Pulgarcito nº 1133.

Lo que más me gusta de estas lecciones es que me parecen muy enfocadas a lo práctico. No he investigado hasta qué punto en estos años había otras lecciones sobre cómo dibujar cómics. Tengo la sensación de que Conti, Peñarroya y Cifré no estaban copiando de otros autores, sino que buena parte del material venía de su propia experiencia en el tablero. Por ejemplo, no creo que una observación tan tontorrona como la del tamaño de los pies y los zapatos haya aparecido en ningún libro. Y por esto mismo, por ser lecciones que habrían nacido de la prueba y el error, creo que hay bastantes consejos que siguen siendo bastante válidos.

La sección terminó en el Pulgarcito nº 1137. Fue sustituida por otra sección también de texto, Vuestro amigo Luisito, con un contenido didáctico, moral y en algún caso también religioso.

Sería interesante saber cuántos dibujantes aprendieron a hacer cómics gracias a estas lecciones...


Carlos Conti

José Peñarroya

Guillermo Cifré