lunes, 10 de diciembre de 2018

Lo que realmente significan mis cómics favoritos


Me hice hace unos años una lista con los cómics que más me gustaban. Mi intención era escribir un artículo sobre cada uno de ellos. El problema es que a veces no quieres racionalizar un gusto, no tienes la necesidad de justificarte, ni tampoco sentía entonces que yo fuese a aportar algo especial. Así que perdí las ganas de escribir todo aquello.

La lista era la siguiente (ordenada por fecha de publicación):

  • 13, rúe del Percebe
  • El lobo solitario y su cachorro
  • Maus
  • Watchmen
  • Animal Man
  • Jimmy Corrigan, el chico más listo del mundo
  • Balas perdidas
  • Y: el último hombre
  • Yo maté a Adolf Hitler
  • All star Superman

Estaba revisando la lista y planteándome si tengo que corregir a mi yo del pasado para poder publicarla ahora en el blog. Si le tengo que añadir más variedad en todos los sentidos: géneros de ficción, género de los autores, países de procedencia, editoriales americanas (no hay nada de Marvel, me ha extrañado), editoriales españolas... pero no le veo mucho sentido. Una lista como esta no define la calidad de los cómics que aparecen en ella, sino la «calidad» de la persona que la ha escrito.

Puedes haber leído cien o mil cómics en un año, da igual. Aquello que vayas a destacar de todo lo que has leído sólo va a describirte a ti. Dejando a un lado el matiz de tus gustos, esos cómics van a decirle a los demás tu rango de edad, tu género, tu situación económica, tu nivel de estudios, tu ideologia política, si tienes hijos, cómo te influye la publicidad, tu relación con el autor o la editorial... No destacas un cómic porque sea lo mejor que has leído, sino porque es lo que conecta mejor con la persona que eres. Escribir es, también en la crítica, exponerte

Le he dado vueltas a la lista y no sé cómo la cambiaría ahora, cuatro años después. Echo en falta cosas que no conocía en su momento, o que sí conocía pero a las que no les debí de dar tanta importancia. Si la escribiese ahora incluiría algún cómic de Tezuka (posiblemente Ayako, Adolf o El árbol que da sombra),  también algún álbum de Superlópez (La semana más larga, Los cabecicubos...) o de Astérix (La cizaña, Obélix y compañía...) Me extraña que no haya algo de Frank Miller, pero hace mucho que no releo nada suyo. Seguramente ahora querría meter a Sarah Andersen y a Carlos Giménez, o las colecciones La Tumba de Drácula y Planetary. Todavía es pronto para formarme una opinión, pero cuando lleve más leído es posible que destaque también Giant days y Juez Dredd.

Y así, reflexionando sobre qué debería aparecer o no en esta lista, me he dado cuenta de por qué la escribí. No la escribí para recomendarle lecturas a nadie, porque en ningún momento estaba teniendo en cuenta los gustos de otras personas. Escribí la lista para mí, para recordar las sensaciones que me produjeron cuando descubrí estos cómics. Para recomendarme lo que tenía que releer en el futuro.

1 comentario:

JLO dijo...

y creo que así con esas reflexiones también te quedó mejor la entrada incluso. Me gustó ese All star Superman y me intriga Yo mate a Hitler.

Debería ver que onda con eso. Saludos, mi primera vez por acá...