El Doctor Extraño es quizá uno de los personajes más queridos por los fans y con menos éxito del universo Marvel. Siempre relegado a secundario de otras series o compañero de equipo, se cuentan con los dedos sus series regulares, y prácticamente idéntico es su número de fracasos. Por eso parece que es difícil encontrar buenos cómics sobre él. Por eso son necesarias series como El Juramento.
Panini, recientemente, ha puesto a la venta dentro de su coleccionable de Héroes Marvel un tomo del Doctor Extraño que recopila desde las primeras apariciones del personaje escritas por Stan Lee y dibujadas por Steve Ditko y una revisión de su origen obra de Roy Thomas y Dan Adkins, hasta la reciente miniserie de la que toma su título.
Hay guionistas que saben contar buenas historias, hay guionistas que saben hacer buenos cómics, hay guionistas que saben hacer tebeos de acción y guionistas que saben darle al público lo que quieren. Hay guionistas que saben escribir diálogos y guionistas que saben calar a sus personajes y hacerlos realistas, pero a la vez reconocibles. Brian K. Vaughan, por suerte, es un compendio de todas estas diferentes maneras de escribir historietas. Un guionista ecléctico donde los haya, capaz de describir la odisea del último varón humano vivo, crear desde cero un grupo de superhéroes adolescentes completamente revolucionarios y paradigmáticos, o narrarte las aventuras de unos leones fugados de un zoo de Bagdad durante la guerra de Irak. Vaughan sabe jugar con el universo Marvel de toda la vida y con los conceptos más modernos y fusionarlos de forma que parezca que siempre habían estado ahí, y que era estúpido verlos de otra forma. Creo que el mayor ejemplo de esto, es la secuencia con la que abre la miniserie, en la que vemos a Puño de Hierro y Araña (aquel subproducto de Spiderman con el que Marvel intentó hacerse con el público latino hace ya más de un lustro y que pasó sin pena ni gloria a pesar de sus repetidos intentos de metérnosla por los ojos) en la sala de espera de la consulta de la Enfermera de Noche. Todo esto sumado nos da uno de los mejores cómics que ha tenido este personaje en toda su historia. Convirtiendo al Doctor Extraño, un personaje mágico y exótico en alguien cercano y humano, y su epopeya mística en una búsqueda de lo más trivial y egoísta por la salvación de un amigo.
Marcos Martín es uno de los mejores herederos de Ditko ¿y quién mejor para contarnos una de las mejores historias del Doctor Extraño que uno de los más influenciados por su creador gráfico). Desarrolló un estilo clásico pero moderno junto a Javier Pulido en sus primeros trabajos en DC (Robin Año Uno y Batgirl Año Uno) y fue despuntando en la industria hasta encontrarse en el privilegiado lugar en que esta hoy. Un sello personal e inconfundible en sus lápices y sus composiciones de página hacen de este Doctor Extraño algo clásico, que recuerda a todos los demás tebeos del personaje pero que sin embargo es único y actual.
Una escena de acción de Marcos Martín y otra de Steve Ditko... ¿se notan los 40 años que las separan? |
La densidad narrativa brilla por su ausencia, eso es verdad. No esperéis que todas las páginas os recuerden a Lee y Ditko volcando su énfasis literario en los cartuchos y bocadillos que se agolpan con los dibujos por saturar al lector de información. Con la misma elegancia con la que aquellos explicaban y condensaban, Vaughan y Martín se extienden y relajan. No es algo bueno, ni es algo malo. El decompressive es lo que tiene.
Imposible no comparar esta historia con las otras que acompañan el tomo, firmadas por Stan Lee, Steve Ditko o Roy Thomas. Y es que los cómics que se hacían antes, no son, obviamente, los mismos que se hacen ahora. La narrativa ha cambiado, la forma de contar historias ha cambiado, y el público ha cambiado. De ahí que la diferencia entre las historias que contiene el tomo, sea tan notable. Si hubiera que sacarle un fallo, sería la elección de la historia de Roy Thomas que repasa de nuevo el origen del Doctor Extraño. Un error a mí entender, dado que aunque esta reinvención del personaje fue necesaria y canónica en su día, dentro de esta pequeña recopilación, puede parecer redundante, ya que en todas y cada una de las historias que contiene, vuelve a aparecer una y otra vez este mismo origen.
Como último apunte, la edición esta cuidada y es algo de agradecer. Un precio muy económico y un par de detallitos como la entrevista final o los bocetos de Marcos Martín que nos hacen pensar que aunque no estemos ante una edición de lujo, si que estamos ante un cómic asequible que merece la pena.
Si solo pretendes a comprar un tebeo del Doctor Extraño, que sea este.
2 comentarios:
Se nota la diferencia, antes algunas escenas carecían de acción para lo que estamos acostumbrados ahora, mucho dialogo y muchas viñetas, en mi caso como con algunos Tales of suspense me llegaba a desesperar con algunas acciones muy lentas.
Es que lo de Stan Lee es difícil de describir. Los cómics de Ditko (los de Kirby no lo tengo tan claro) se "leen" perfectamente sin texto. Probad a hacerlo, la historia se sigue muy bien, los buenos, los malos, qué hace quién... Luego repite la lectura con los bocadillos de Stan Lee y verás que la mayoría es paja para abultar: "¡mirad, estoy aquí, soy escritor!"
Hace unas semanas me releí el Doctor Extraño de Ditko, y qué gozada. Hay un momento de bajón después de la segunda pelea con Dormammu, y el final con Eternidad es muy apresurado, pero qué bien hecho está. Me encantan esos rayos luminosos de las peleas, ójala lo editasen a color.
Lo de meter el mismo origen varias veces me suena demasiado raro. Yo hubiese metido la de Triunfo y Tormento. Porque sí.
He tenido que renunciar a este tomo, así que me imagino que se lo tendré que pedir a alguien.
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