lunes, 16 de septiembre de 2019

El discurso de Grant Morrison en DisinfoCon (parte 1 de 6)

La editorial Disinformation, especializada en teorías de la conspiración, ocutismo y contracultura, organizó en el año 2000 un evento llamado DisinfoCon. En él participaron dando conferencias gente como Robert Anton Wilson, Marilyn Manson, el pintor Joe Coleman... o Grant Morrison. Según ha explicado este guionista, él se lo tomó como una actuación, como la representación del personaje que había creado de sí mismo. Nada más empezar, se acercó al micrófono y lanzó un chillido que sorprendió a todo el mundo: «La gente se estaba aburriendo bastante en ese momento y empezaban a quedarse dormidos, así que salí y les grité para despertarlos. También fue porque estaba nervioso, ¿sabes? Salir y hablar durante 45 minutos sin notas es algo grande».

Como él mismo admite, no llevaba la charla preparada y tuvo que improvisarla. Por eso sus ideas están inconexas, salta de un punto a otro, se pierde, a veces no sabe explicarse...  Otro guionista de cómics con intereses similares, Douglas Rushkoff (del que, por cierto, no se ha publicado nada en nuestro idioma) quedó decepcionado por esta falta de preparación: «Pensé que lo que hizo fue efectivo para el público en esa situación, pero también sentí que no recibí una dosis real de lo que él puede compartir».

Sacad vuestras propias conclusiones, pero personalmente creo que en este discurso hay una buena colección de tonterías. Aún así, Morrison tiene un carisma interesante. Se le nota inseguro, pero a veces es ingenioso y en otros casos llega a razonamientos brillantes. Lo aviso porque que yo traduzca esta charla no significa que comparta sus opiniones y quiera ayudar a difundirlas, sino que creo que puede ayudar a entender mejor sus cómics. Mucho mejor una charla de una hora que tener que profundizar en los libros de autores como Robert Anton Wilson, Crowley, McKenna... En cualquier otra situación, creo que no habría prestado ninguna atención a todas estas ideas.



[Grant Morrison suelta un grito.] ¡Aquí estamos! ¡Eso es! Joder, tío. Os lo aseguro. Cuando era niño leía a Robert Anton Wilson1 y toda esa mierda. Y aquí estamos, aquí seguimos, estamos hablando de esta mierda, es real.

De acuerdo, estoy borracho y en media hora la droga me va a dar un subidón, así que estad atentos. ¿Hay magos practicantes entre el público? Levantad la mano si tenemos alguno. ¡Vamos, valientes! Unos pocos. De acuerdo, cuando hayamos acabado esto todos vais a ser magos practicantes. Esta mierda es fácil, de acuerdo. Soy como vosotros. Básicamente, ¿por qué estamos aquí? ¿Por qué estamos aquí en esta cosa? ¿De qué va todo esto?

Grant Morrison conoce a Animal Man en Animal Man Vol. 1 #26 (1990).

Por cierto, esto es acento escocés, así que reiniciad vuestros filtros y fingid que os está hablando Sean Connery, ¿de acuerdo? Cero cero siete. [Risas del público.] Así que si podéis seguirme... Simplemente, voy a hablar a mi manera y que os jodan si no me entendéis. [Risas del público.]

El trato es este: llevo escribiendo este cómic [se refiere a Los Invisibles] los últimos seis años y lo extraño es que como vosotros, como todos los que estamos aquí, estamos intentando entender qué está pasando. ¿Por qué nos sentimos diferentes? ¿Por qué no encajamos en este mundo? ¿Por qué nos sentimos como si no nos estuviesen contando la verdad?

Así que fui y leí los libros de Robert Anton Wilson cuando tenía veinte años (lo cual fue hace veinte años ahora mismo) y pensé «¿Este tío se está cachondeando de mí? ¿Dice que ha hablado con extraterrestres? ¿Podemos hablar con gente de Sirio? ¿De qué gilipolleces está hablando? Dice que Aleister Crowley2 tiene métodos para contactar con inteligencias extraterrestres y cambiar el mundo. ¿Es palabrería?». Así que lo hice. No, no es palabrería y todos podemos hacerlo. Es la forma de intentar derribar la contracultura y reemplazarla por algo útil. Vamos a empezar aquí y veremos a dónde nos lleva.

Los extraterrestres se aparecen a Animal Man en Secret Origins Vol. 2 #39 (1989)

Cuando empecé a hacer Los Invisibles... Es un cómic, para los que no lo hayan visto. Es un cómic con el que intenté explicar qué me pasó cuando fui abducido por extraterrestres en Katmandú en 1994. El único motivo por el que fui a Katmandú en 1994 es para ser abducido por extraterrestres. [Risas del público.] Y funcionó. ¡Esos cabrones... aparecieron! Lo que me dijeron fue esto. Le cuentan a todos las mismas gilipolleces, pero desde diferentes perspectivas, desde diferentes sistemas nerviosos. Parece filtrado a través del punto de vista de cada uno, pero siguen diciendo la misma mierda.

Así que conocí a esos tíos. Estoy sentado en el jardín de la azotea del Hotel Vajra en Katmandú y estaba, digamos, fumando toneladas de costo, ¿de acuerdo? En mi defensa, fumo como tres kilos de costo al día y lo llevo haciendo desde 1990, así que conozco esta mierda. Como todos sabéis, como cualquiera que sea un, digamos, «fumeta» y sepa de lo que hablo, no se alucina, ¿de acuerdo? Si vas al garaje, es el puto garaje. Si vas al súper, es el puto súper. Puedes estar colocado, puedes recoger muchos detalles y piezas interesantes que normalmente no pillas cuando estás sereno, pero sabes qué es real y qué no lo es. Así que, como digo, en mi defensa: tío, estaba fumado [Risas del público], pero era el final de una semana en la que había estado fumado cada día.

El alter ego de Gran Morrison, King Mob, en trance en The Invisibles vol. 1 #1 (1994).

Estoy allí arriba, en el jardín de la azotea y de pronto estos cabrones llegan y llegan en masa. Se parecen exactamente a como Terence McKenna3 les describió. [Risas del público.] ¿Por qué? ¿Porque precisamente había leído a Terence McKenna el año anterior? Lo que me dijeron fue... Me sacaron de mi cuerpo. Ya no era mi cuerpo. Esto no pasa normalmente con el hachís. Pasa con el DMT o pasa con, digamos, la quetamina o lo que sea. Era hachís. Una cantidad pequeña, del tamaño de una lenteja. Empiezo a viajar, estoy fuera de mi cuerpo y esos cabrones están ahí y dicen: «¿A dónde quieres ir?».

Animal Man trasciende en Animal Man vol, 1 #10 (1989).

Lo primero que dije fue: «Alfa Centauri», que es lo primero que vosotros diríais, por supuesto. [Risas del público.] Me llevaron a Alfa Centauri y fue realista de cojones. Había tres soles, todos moviéndose exactamente como dicen que se supone que se mueven astronómicamente. Y estoy ahí y les digo: «¿Qué demonios pasa?», como os imaginaréis. Y me dicen: «Hemos venido a decirte esto, para que lo puedas poner en tu trabajo y explicárselo al mundo». ¿Por qué siempre se lo dicen a todos? [Risas del público.] ¿Por qué siempre le dicen a todo el mundo que salga y le diga al mundo qué pasa y todo el mundo cuenta la misma mierda?

Así que estas cosas, les conocí. Y eran, digamos, plateados... Como esas cosas que ves en vídeos rave. Básicamente, masas de mercurio y cromo, plateadas, cambiantes, de ese estilo. Me llevaron a la quinta dimensión. La quinta dimensión está fuera del espacio y el tiempo, y me explicaron en qué consiste el tiempo. El universo en el que estamos viviendo está diseñado para criar larvas, ¿de acuerdo? Creedm... ¡No tenéis que creerme! Estoy planteando la historia.

Me explicaron que más allá del espacio y el tiempo, tenemos a nuestros «yoes» reales. Estas cosas que estamos experimentando ahora son secciones que atraviesan el tiempo. Todo el mundo aquí es una sección que atraviesa el tiempo, pero en realidad no estáis experimentando vuestros cuerpos reales. ¿Cuáles son vuestros cuerpos reales? Tu cuerpo real es un proceso. Empieza cuando naces y avanza hasta que mueres. Eso eres tú. Visto desde fuera, es lo que pareces. Pareces un ciempiés gigantesco, extendido por todas las pequeñas cosas que hacéis siempre: subir y bajar por vuestra casa, subir las escaleras, bajar a la tienda y volver... Es un ciempiés y somos nosotros. Empieza como un pequeño bebé, sale del vientre de vuestras madres y crece. Ése es el proceso en el tiempo.

Ragged Robin en The Invisibles vol. 3 #1 (2000).

Como he dicho, ahora estamos experimentando secciones, así que no dediquemos mucho tiempo pensando en esto. Pero pensad en nosotros como procesos a través del tiempo, que es lo que realmente somos. Todos sabemos que hemos tenido doce años, todos sabemos que hemos tenido diez años, ¿pero dónde están? Señálamelo. Enséñame tu yo de diez años. Pero los tuviste.

Así que estas cosas me dijeron: «Esto es lo que ocurre. Usamos el tiempo para cultivar larvas, porque fuera del tiempo y el espacio no puedes cultivar nada. Porque no existe el tiempo, nada crece. Lo que haces, si quieres hacer uno de estos seres de dimensiones superiores (eso somos nosotros realmente) lo cultivas en el tiempo. Así que creas un universo. Y hacer un universo es enchufar una pequeña parte de ti mismo en el mundo de la información en el que vivimos», el cual es lo que parecía que experimentaba, este tipo de mar de información pura. Ellos existen en eso, pero es la quinta dimensión. El tiempo es parte de eso, pero esto es la quinta dimensión. Es como tiempo, espacio, anchura, profundidad... y más.

Y me dijeron: «El universo en el que vives, el mundo en el que estás viviendo, es una larva». Cada uno de nosotros aquí es la misma cosa. Aquí no hay distinciones. Todo lo que hacemos es... no entendemos lo que somos.

Sigue en El discurso de Grant Morrison en DisinfoCon (parte 2 de 6)
Sigue en El discurso de Grant Morrison en DisinfoCon (parte 3 de 6)
Sigue en El discurso de Grant Morrison en DisinfoCon (parte 4 de 6)
Sigue en El discurso de Grant Morrison en DisinfoCon (parte 5 de 6)
Sigue en El discurso de Grant Morrison en DisinfoCon (parte 6 de 6)

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1 Robert Anton Wilson (1932-2007), también conocido por sus iniciales, RAW, fue un escritor estadounidense que se centró en el ocultismo y las teorías de la conspiración.

2 Alesteir Crowley (1875-1947) fue un escritor, místico y alquimista británico conocido especialmente por su trabajo sobre la magia.

3 Terence McKenna (1946-2000) fue un escritor estadounidense interesado en los estados alterados de la conciencia y las sustancias psicodélicas.

1 comentario:

Kauso dijo...

Interesante la charla, y aunque ya había leído en otros sitios su experiencia me gusta como la describe aquí, aunque no tenga ni pies ni cabeza. Pero eso sí, es un parte importante de la trilogía que forman sus obras de Los Invisibles, Flex Mentallo y el Asco.