lunes, 26 de agosto de 2019

Los 'Superpoderes' de un Jack Kirby debilitado


En 1984 la compañía juguetera Kenner decidió que Darkseid y otros personajes del Cuarto Mundo representasen el papel de grandes villanos del universo DC en la línea de juguetes Super powers. Ahora puede parecer comprensible, pero en su momento fue una elección desconcertante. Las colecciones del Cuarto Mundo que Jack Kirby había creado en 1970 no contaron con el apoyo de la editorial DC, que ordenó cerrarlas demasiado pronto, solo dos años después. No se puede decir que todos aquellos nuevos personajes quedasen completamente olvidados, pero tampoco tuvieron una presencia en las librerías que hiciese pensar que los niños querrían jugar con ellos doce años después.

En esta misma época se juntaron tres cómics diferentes con características comunes. Por un lado, DC reeditó en grapa la colección New gods en 1984, a la que Kirby añadió un pequeño epílogo. A continuación llegó Perros hambrientos (1985), la decepcionante conclusión a todas las tramas de esta saga. Y por último, Super powers, una colección de tres miniseries  (de 1984, 1985 y 1986) que DC publicó para promocionar los juguetes de Kenner. Por desgracia, no he sido capaz de averiguar qué vino antes, si la reedición de New gods fue el motivo de que se eligiesen sus personajes para hacer los juguetes o si fue al revés.

Menciono estos tres cómics porque la miniserie que ECC ha reeditado bajo el título de Superopoderes fue la segunda de Super powers y en ella se hace referencia a Perros hambrientos. Sin embargo, en realidad esta referencia no es necesaria. Super powers fueron miniseries promocionales fuera de continuidad. Por ejemplo, aunque estos cómics sean de 1985, aquí no hay ninguna referencia a Crisis en Tierras infinitas.

El principal atractivo de este tomo es ver cómo Jack Kirby dibujó a la Liga de la Justicia. Por desgracia, en estas páginas no tenemos a un Kirby apasionado por su trabajo, sino a uno desganado, que deja las viñetas prácticamente vacías y coloca a los personajes en posturas demasiado estáticas. El entintado tampoco ayuda. Al comparar los lápices con el entintado, he visto demasiados cambios. Greg Theakston corrigió los errores en los diseños de los héroes de la Liga, pero también cambió expresiones, gestos y posturas que no era necesario arreglar. Los lápices de Kirby son objetivamente flojos, pero la tinta es lo que lo acaba matando. Por comparar, el dibujo aquí está muy por debajo incluso de Perros hambrientos.

La historia es una pequeña tontería. Darkseid quiere conquistar la Tierra; la Liga de la Justicia, al intentar impedírselo, será enviada a la época de los romanos, a la del rey Arturo, a la prehistoria y al futuro. Me imagino que el público que se buscaba con esta colección era más los niños que los preadolescentes. El argumento es muy básico, escenas de acción una detrás de la otra sin mucha más progresión y en las que ni siquiera hay muchas sorpresas.

A pesar de todo esto, tengo la sensación de que estas miniseries fueron una influencia para Grant Morrison. No me cuesta ver paralelismos con su JLA de los 90: amenazas a nivel planetario, tramas en las que la identidad privada de los superhéroes es irrelevante, la unión de los grandes superhéroes de la editorial en vez de un grupo de secundarios... Lo veo también en pequeños detalles. Por ejemplo, en la primera miniserie (la anterior a este tomo) Kirby creó el Worlogog que Morrison recuperó en la saga El vaivén de los tiempos, una saga en la que los superhéroes viajan a un futuro en el que Darkseid ha destruido la Tierra, igual que en este tomo. También me llama la atención que en una splash page se colorease por error el planeta Tierra con los colores invertidos, de azul los continentes y de verde los océanos, como el planeta Bizarro de All star Superman.

Superpoderes no es ni Watchmen ni La broma asesina. Quiero decir, es un cómic flojo que se ha publicado en español de pura chiripa. Por eso éste es el momento para los fans de Jack Kirby, del Cuarto Mundo, del universo DC o de las rarezas. Estoy seguro de que Superpoderes no se va a volver a reeditar nunca. Quien quiera comprarlo, tiene que aprovecharse de esta oportunidad única.

7 comentarios:

Jsm dijo...

Mucho más interesante es la versión estadounidense de la obra, porque incluye la primera miniserie (que sí guionizaba Kirby aunque no la dibujaba), la segunda (en la que en teoría sólo dibujaba, y es la que se ha publicado en España) y la tercera, ya sin Kirby, en la que el guionista de la segunda miniserie de la mano de Carmine Infantino y Pablo Marcos acababan la saga.

Jsm dijo...

Corrijo: Incluyen la primera y la segunda, en las que colaboró Kirby, pero no la tercera. Aun así merece la pena porque el quinto número de la primera miniserie también estaba dibujado por Kirby.

La segunda miniserie tiene el valor de ser una continuación de Hunger Dogs, y comienza justo donde acababa aquella, aunque el tono sea radicalmente distinto.

Peúbe dijo...

De hecho, tenía en mente comprar el tomo americano desde hace mucho, pero lo he ido posponiendo. Por eso me he comprado este, por el capricho de leerlo de una vez. Habría estado bien publicar el número del Worlogog...

Unknown dijo...

Dices que no es ni La broma asesina ni Watchmen, pero... ¿quién lo quiere? Yo no. De vez en cuando quiero leer un comic clásico de superhéroes, sí, esos que leíamos de niños/adolescentes tempranos. Diversión por la diversión. Nada más. Los comics "supuestamente" adultos que nombras, deberían ser una excepción, pues pueden resultar cargantes hasta la extenuación, pero parece que se convirtieron en la tónica oficial, (pero los que leen comics "son más cool, más intelectuales"). De hecho, siguen siendo en general para un público adolescente (como era yo cuando salió Watchmen, que ahora releído me impresionan más los 4F de Kirby), pues siguen siendo unos tipos vestidos de mallas y colores, y aunque estén depresivos y preguntandose y sufriendo interiormente, y haya más sangre y alguna escena de "destape", es el fondo la misma fórmula ya gastada.
Estoy de acuerdo en que este Superpowers es un Kirby ya viejo (pero yo lo sigo queriendo igual) y que el entintado no le ayuda (donde estaba Mike Royer?, el mejor entintador y más fiel al estilo Kirby, aún por encima de Sinnot), pero el que tuvo, retuvo, y sigue introduciendo cosas buenas, como los M´Mtnek de la isla de Pascua. Yo tengo el Omnibus americano donde se recopilan los 2 primeros Superpowers, y te lo lees de un tirón (bueno, un poco más despacio por ser en inglés), y te sientes otra vez como el chavalillo que empezaba a leer y a disfrutar con los tipos coloridos y los toques de ciencia ficción de la buena.
No seamos pedantes, y pongamos cada cosa en su sitio.
Un saludo.

Julio Jul dijo...

Perdona por no poner un nombre. Lo rectifico.

Peúbe dijo...

Mi comparación con Watchmen o La broma asesina no va en esa dirección. No tiene nada que ver con que sean tebeos adultos, oscuros o lo que sea. Lo que digo es que no existe ningún motivo para creer que Superpowers vaya a volver a reeditarse en español, como sí se han reeditado mil veces en los últimos años estos dos ejemplos. No es un cómic espectacular, innovador, que destaque ni siquiera dentro de la obra de Kirby. Quien quiera leer este cómic lo tiene que comprar ahora, va a ser seguramente la última oportunidad.

Unknown dijo...

En eso te doy la razón, aunque como en los últimos años ha habido una recuperación del trabajo de Kirby, aunque a veces con ediciones injustamente maltratadas, nunca se sabe si se publicará de nuevo. Está claro que hay un público (no sé si amplio o no) que está interesado en la obra de este grande del comic, y su trabajo siempre será una referencia y una obra a redescubrir por sucesivas generaciones. En este caso, por supuesto no es una obra destacable de Kirby, pero tampoco me parece un mal comic. Entretenido simplemente, con el añadido de ser de Kirby y tener relación con su obra más personal, pues seguro que la idea y los hallazgos más interesantes se deben al maestro, y el artesano Kupperberg (nunca me interesó lo más mínimo) hace el trabajo rutinario.
Saludos!