Termina el año y todo el mundo se pone a hacer listas del año de cualquier tema: cine, noticias, fallecidos, cómics... Llega un momento en el que yo me saturo y no quiero leer a nadie más que me diga cuáles han sido los mejores cómics que se han editado este año. Especialmente porque no son listas del tipo "lo que más me/nos gusta", sino de esos absolutos con "lo mejor" y "lo peor" tan fáciles de medir con objetividad, me imagino.
Por ir empezando, de este año creo que me quedaría por ejemplo con la edición en castellano de El Rayo Mortal. Es el único cómic de Clowes que personalmente me ha gustado, en el que su curioso humor me ha hecho gracia, aunque me chirríe que la última página no sea coherente con el resto de la historia. La idea de este relato es tener el aspecto de un cómic de superhéroes bastante realista, la vida de un joven que consigue superpoderes y cómo los usa en un mundo sin supervillanos, entre otras cosas. Como poco, demuestra que esos superhéroes supuestamente realistas (como Kick-Ass) en realidad no dejan de ser otra vez el mismo cómic que se lleva editando desde hace 20 años.
Creo que Ni Puta Gracia 4 es una alegría personal, no tanto por el tebeo en particular sino por el hecho de que se haya editado. Después de que Planeta cancelase la colección de mala manera ya tenía miedo de que este webcómic alemán no volviese a publicarse en España. Mira que me parece difícil lo que Joscha Sauer tiene que hacer en cada viñeta, utilizar pequeños elementos reconocibles para hacer un chistecillo que se entienda sin necesidad de nada más. No hay política, no hay actualidad, y realmente los elementos (personajes, decorados...) con los que trabaja son bastante limitados. Lo más importante: funciona, consigue hacer reír.
La actualidad nos está obligando a interesarnos por la política, la economía y la historia. Como ciudadanos, nos obligan a enterarnos de temas que son importantes, sí, pero que dejaríamos a un lado si todos tuviésemos trabajo y un buen sueldo. No os Indignéis Tanto es una reflexión amplia sobre diferentes temas políticos y culturales, y básicamente una exaltación de la desobediencia civil. Si el contenido es inteligente y está reflexionado en profundidad, la manera de desarrollarlo, de presentarlo y hacerlo comprensible es también una gozada. Personalmente, si todo este despliegue visual y experimental no tuviese nada debajo, si no se apoyase en razonamientos y mensajes tan sólidos, este cómic no tendría ni la mitad de interés.
El Asesino de Green River en mi opinión realmente es un pequeño cómic. Un homenaje al padre del guionista que se convierte en un retrato muy costumbrista de la investigación policial de un asesino en serie. Rompe los esquemas de este tipo de historias porque no le da importancia a la investigación y al suspense, sino a los sentimientos de frustración de un policía entregado a un objetivo imposible. Tal vez no sea un gran cómic que vaya a pasar a la historia, pero es de los que más me gustan.
Seguro que este cómic no lo encontráis en otras listas. Las tiras cómicas es un género que no me llama la atención porque he leído bastantes que no me han terminado de hacer gracia. Fuera de Juego me sorprendió por lo efectivo que es, por cómo presenta y desarrolla poco a poco a los personajes, por el dibujo y el color, por hacer interesante el mundo del deporte para alguien tan perezoso como yo... Lo que menos me gusta de las tiras cómicas en general es que veo que muchos dibujantes se dedican a repetir el mismo chiste, la misma estructura, los mismos elementos en todas sus tiras. Aquí no, Roberto González consigue darle la vuelta a cada tira. Creo que se merecería ser más conocido.
Vamos con algo polémico, mis decepciones del año. El Libro de los Insectos Humanos prometía mucho, pero el maldito hype ha conseguido saltar del mundo de los videojuegos al del cine y ahora a los tebeos. Dentro de lo que Tezuka solía hacer, me ha parecido una colección de provocaciones sin contenido. Con un estilo muy parecido, MW en su momento me pareció mucho mejor.
Con Saga lo que me decepciona es lo inconsistente que es. Supuestamente intenta ser una historia para un público adulto, pero lo que tiene de adulto es únicamente una provocación sexual y violenta burda y sin mensaje. Lo comparo con Y: El Último Hombre y no me termina de convencer. No veo las reflexiones que había allí, se centra demasiado en una acción y aventura que en realidad me aburren.
El comienzo de Daredevil de Waid prometía mucho gracias al dibujo clásico y novedoso de Rivera y de Martín. El problema es que poco a poco, a medida que avanzan los números, en cuanto Rivera se ha ido y se ha asentado Chris Samnee (que para mi gusto es genial pero menos), las incongruencias y errores de los guiones de Waid se me han ido haciendo más evidentes. Aunque la propuesta de Waid merezca la pena (olvida al antiguo Daredevil torturado y oscuro) no me parece que la esté desarrollando con acierto.
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