Hoy voy a hablaros sobre los bocadillos de cada viñeta. Ya sabéis, por lecciones anteriores, que antes de empezar en limpio una historieta es muy práctico hacer una especie de borrador o guión aparte en donde de una manera esquemática se bocetan las viñetas que forman dicha historieta y, en cada recuadro, se van anotando los bocadillos que cada personaje debe decir en el transcurso del guión. Y ahora viene la parte que motiva este comentario: debe tenerse en cuenta para la colocación de los muñecos la cantidad de palabras que han de pronunciar, o sea, que debe dibujarse de acuerdo con el espacio que deje libre el bocadillo.
Por ejemplo, uno de los personajes tiene un diálogo bastante extenso; en este caso, debe dibujarse un primer plano bien pegado a la lateral del recuadro para que quede espacio suficiente, o bien, puede dibujarse un árbol, un coche, un perrito, etc. en primer plano y pegado al lateral y después unas sombras chinescas que representan a los muñecos en tamaño bien reducido, para que permita rotular el bocadillo o bocadillos con espacio suficiente y sin que la letra aparezca excesivamente apretada (figura 1).
A pesar de que pueda parecer una cosa de poca importancia, la tiene y mucha, porque si dibujáis la historieta sin tener en cuenta la cantidad de rotulación, puede sucederos que mientras en una viñeta en la que habéis dibujado los muñecos de tamaño regular hayan estos de hablar extensamente, con lo que los bocadillos rozarán a los personajes (figura 2). O viceversa, personajes pequeños y poca rotulación (figura 3)...
Y creo que por hoy ya tenéis bastante, amiguitos. Hasta la próxima semana.
(Pulgarcito nº 1125, 28/11/1952, José Peñarroya)
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