El pasado martes 26 se presentaron en Barcelona los primeros álbumes de Zipi y Zape que va a reeditar Bruguera dentro del grupo Penguin Random House. La presentación corrió a cargo de Sergi Bruguera (uno de los nietos de Escobar), el escritor Javier Pérez de Andújar y Francisco Ibáñez. Los dos primeros álbumes, La vuelta al mundo (1970) y El tonel del tiempo (1971), van a marcar el estilo en el que se van a reeditar los otros 14 álbumes. Es decir, en ellos vamos a descubrir el nuevo coloreado y las correcciones en el lenguaje que se han introducido para hacerlos atractivos para los niños. Una hora antes de esta presentación, los dos hijos de Josep Escobar, Carles y Montse, fueron entrevistados en el programa Hoy por hoy:
Toni Garrido: Todos esos héroes pequeños, que luchan, que ganan juicios contra los poderosos, tienen algo de esos dos hermanos entrañables de los que vamos a hablar a continuación. Está claro quiénes son, pero aun así os voy a dar unas cuantas pistas. Siempre querían hacer una buena obra (que yo creo que no se conoce todavía el momento en el que lo lograran), uno de los castigos más recurrentes era mandarlos al cuarto de los ratones (que esto afortunadamente ya no pasa), cuando echaban a correr, normalmente para huir de algo, sus piernas desaparecían y eran sustituidas por un remolino, y el padre, don Pantuflo Zapatilla, era catedrático de Numismática, Filatelia y Colombofilia, que yo creo que no hay niño español que no buscará esas palabras en el Diccionario. Lo de la colombofilia era las palomas. Ya saben que hablamos de Zipi y Zape, la inmortal pareja de hermanos traviesos, uno rubio y el otro moreno, dibujados en los años cuarenta por el gran Escobar y cuya reedición sale hoy a la venta con motivo del vigesimoquinto aniversario de la muerte de don José Escobar.
Escobar fue el creador no sólo de Zipi y Zape sino de otro personaje inolvidable que retrató muy bien, muy bien este país: Carpanta. Y ahora se plantea con la distancia: ¿al franquismo lo de Carpanta no le llamaba la atención? Un hombre muerto de hambre constantemente…
Nacho Carretero: Siempre a punto de comer, era frustrante leerlo.
Gonzo: Al que nunca le salía bien. Siempre llegaba ahí al lado y siempre acababa fatal.
Nacho Carretero: Que tenía un amigo, que yo recuerde tenía un amigo que tampoco comía nada y estaba muy gordo. Me acuerdo de esto, ¿no os acordáis del amigo de Carpanta? No me acuerdo de cómo se llamaba. Tampoco comía, pero estaba muy gordo.
Toni Garrido: Se lo vamos a preguntar, porque nos escuchan ya desde el estudio de Barcelona. Le vamos a preguntar cómo se llamaba el amigo gordo de Carpanta a Carles y Monte Escobar. Son los hijos del dibujante José Escobar. Carles, Montse, muy buenos días.
Carles y Montse Escobar: Buenos días.
Toni Garrido: Un placer saludaros. Dentro de un ratito, en apenas una hora, participaréis junto a Sergi, nieto de Escobar, el escritor Javier Pérez Andújar y el dibujante Ibáñez, el creador de Mortadelo y Filemón, en la presentación de las nuevas ediciones de Zipi y Zape, los personajes más emblemáticos que dibujó vuestro padre. A partir del cuatro de abril van a estar en las mejores librerías. ¿Estáis nerviosos?
Carles Escobar: Un poquito, lo justo.
Montse Escobar: Algo.
Toni Garrido: Debe ser emocionante, ¿no?
Carles Escobar: Emocionantísimo.
Montse Escobar: Eso sí, mucho.
Toni Garrido: Y que nuevas generaciones todavía conozcan y disfruten a los personajes que creó vuestro padre hace ya mucho tiempo.
Carles Escobar: Sí, es la trascendencia de las cosas buenas.
Montse Escobar: Éramos jovencitos.
Toni Garrido: ¿Y recordáis vosotros dos, Carles, Montse, cuando leísteis por primera vez esas esas viñetas?
Carles Escobar: Cuando éramos pequeñitos, yo debía tener ocho, nueve, diez años con las primeras del Carpanta.
Montse Escobar: Yo tres menos.
Toni Garrido: Mucho más joven, dónde va parar. ¿Y cómo era esto de tener un padre que era el que dibujaba los dibujos que todos vuestros amigos querían leer?
Montse Escobar: Pues… simpático. Alegre. Un bonachón.
Carles Escobar: Fantástico.
Toni Garrido: ¿Nunca en las historietas vosotros dabais ideas a vuestro padre? «Mira, yo iría por aquí, papá».
Montse Escobar: Sí. No tan cruel. Fuimos más… más suaves. O sea, nosotros decíamos tonterías y él las apuntaba, hasta que un día nos dimos cuenta de que aquellas tonterías que apuntaba salían publicadas. Entonces nos pusimos como obreros y dijimos: «Ah, no. No decimos más tonterías si no nos las pagas a peseta».
Carles Escobar: Salió la economía. (Risas).
Toni Garrido: O sea, le pedíais… ¿Cómo es eso? O sea, cuando trabajáis de guionistas para vuestro padre, ¿cobrabais una peseta?
Montse Escobar: Sólo dábamos la idea, ¿eh? Trabajar como guionista es demasiado.
Ibáñez, Montse, Carles y Pérez de Andújar.
Nacho Carretero: O sea, que hay una inspiración familiar ahí, en las aventuras de Zipi y Zape.
Montse Escobar: Sí, sí, colaborábamos todos.
Nacho Carretero: ¿Pero había cuarto de los ratones?
Carles Escobar: No, pero habíamos tenido un gallo qué perseguía a mi hermana cuando se portaba mal.
Gonzo: Haciendo la típica pregunta en este tipo de entrevistas, ¿hay algo de autobiográfico en Zipi y Zape? Se lo preguntamos a los dos hijos del autor de estos cómics.
Montse Escobar: Sí, seguramente sí. Yo diría que más bien recordando a su familia de origen. O sea, creo que mi abuelo era una persona muy recta. Mi padre lo transmitió en el personaje de Pantuflo.
Toni Garrido: O sea, vuestro abuelo era don Pantuflo.
Montse Escobar: Sí.
Carles Escobar: Suerte que la herencia se descafeinó un poco y a mi padre no le llegó entero todo esto de la rigidez.
Toni Garrido: Vosotros, en vuestra vida profesional, ¿a que os sabéis dedicado?
Montse Escobar: Yo soy profesora de dibujo.
Toni Garrido: Vaya, no está nada mal. ¿Y Carles?
Carles Escobar: Yo salí por la tangente. Soy ingeniero industrial.
Toni Garrido: Uf. ¿Esto lo llevaba bien? ¿El señor Escobar llevaba bien que un dibujante de prestigio tuviera un hijo ingeniero?
Montse Escobar: (Risas.) Era la época típica de aquel chiste: «Madre, quiero ser ingeniero…». (Risas.)
Toni Garrido: En apenas una hora, en nada se presenta esa reedición con motivo del viguesimoquinto aniversario de la muerte de don Escobar, de Escobar, el hombre que nos ha hecho tan felices a todos. En unos segundos seguimos hablando con sus hijos, con Zipi y con Zape, que no sé quién es Zipi, no sé si Carles, no sé si Montse, pero uno de los Zipi y el otro es Zape. En unos segundos.
Carles Escobar: Bueno, como yo soy el mayor me corresponde el Zipi.
Toni Garrido: Pues Zipi, y Montse, Zape.
Carles Escobar: A mí me corresponde Zape. «Zapa».
(Pausa publicitaria)
Toni Garrido: Tenemos con nosotros a Nacho y a Gonzo, que siguen aquí en este estudio, y tenemos a los hijos del gran dibujante Escobar, el creador de Zipi y Zape y Carpanta. Tenemos una duda en el aire, Montse Escobar, Carles Escobar, buenos días de nuevo.
Carles y Montse Escobar: Buenos días.
Toni Garrido: ¿El amigo gordo de Carpanta cómo se llamaba?
Montse Escobar: Protasio.
Toni Garrido: «Protasio».
Montse Escobar: Fue en la época en la que cambiaron de piso y se fueron a vivir a la Bonanova. Allí la parroquia era Nuestra Señora de la Bonanova y de los Santos Gervasio y Protasio.
Nacho Carretero: Un nombre como para olvidarse, ¿eh?
Carles Escobar: (Risas.) Sí, exacto.
Montse Escobar: A partir de este momento nacieron dos amigos de Carpanta. Uno era Protasio, que duró muchísimo tiempo, y el otro fue Gervasio, que el pobre tuvo una vida corta.
Carles Escobar: Se murió de inanición.
Nacho Carretero: (Risas.) Lo único lógico, claro.
Portada de una de las reediciones.
Toni Garrido: ¿Y no tuvo ningún problema con la censura, con el Gobierno…?
Carles y Montse Escobar: ¡Uf!
Montse Escobar: (Risas.) ¡Y tanto!
Toni Garrido: Contadnos eso. ¿Qué decían? Porque claro, era tan evidente lo que estaba ocurriendo, lo que estaba publicando…
Carles Escobar: Bueno, uno de los problemas fue precisamente con la suegra [se refiere a Doña Tula, suegra], que según la censura resultó ser una amenaza contra la sagrada unidad del matrimonio. Con la Iglesia hemos topado.
Toni Garrido: ¿Pero que hacía la suegra?
Carles Escobar: ¿La suegra? De suegra, claro. (Risas.) Esto estaba muy mal visto.
Toni Garrido: ¿Y qué es lo que ocurrió entonces?
Carles Escobar: Pues ocurrió que a escobazo por aquí, escobazo por allá, pues al final la escoba ya no funcionó y la cosa se arregló.
Toni Garrido: En cuanto a Zipi y Zape, por ejemplo, vuestro padre defendía mucho a esos personajes.
Josep Escobar (grabación): Y esos son los Zipi y Zape. Hay mucha gente que los tiene por muy traviesos y no son tan traviesos, sino que resulta que a veces ocurren casualidades en la vida que les hace ser responsables de cosas que ellos ni han…
Toni Garrido: «... Ni han pensado». Lo cierto es que la censura franquista, paradójicamente, en un alarde de pedagogía moderna, le pidió a vuestro padre que suavizara los castigos físicos a los que don Pantuflo y Doña Jaimita sometían a los niños. Curioso, ¿no?
Montse Escobar: Sí, sí. Bueno, para entender esto… Claro, alguien dirá: «Ah, pues sí, es que era muy duro eso de mandarlos al cuarto de los ratones», pero hay que entender el tipo de humor. El tipo de humor de mi padre era muy exagerado. Era tan exagerado que él entendía que no te lo puedes tomar en serio. Por ejemplo, a nuestro padre le presentaron unos amigos. «Hombre, caray, Escobar, ostras, qué bien te lo debes pasar, qué vida más divertida». Y a nuestro padre no se le ocurrió nada más que decir: «No, uy, qué va. Ay, si me vierais cada día lavando platos. Además, me hacen fregar, y una vez por semana he de fregar toda la escalera». Era evidente que esto era una exageración, pero los amigos se lo creyeron. Y después hubo comentario: «Oye, pobre Escobar, cómo lo llevan».
Toni Garrido: Hablamos de un tiempo en el que no existía la televisión, la radio dominaba el entretenimiento para muchos y la revista Pulgarcito, seguro que la recuerdan, la revista Pulgarcito era el súmmum del entretenimiento infantil. Vosotros erais nada más y nada menos que los hijos de Escobar. ¿Chuleabais? O sea, de una forma u otra, vosotros, Carles, Montse, chuleabais.
Carles Escobar: Bueno, a veces chuleábamos y a veces lo padecíamos, ¿porque vosotros os imagináis que en el colegio, con todas aquellas sotanas negras y todo aquello, resulta que yo era Carpanta? Carpanta por aquí… «¡Oye, Carpanta, dame esto!», «¡Carpanta, tira la pelota!», «¡Carpanta!»… Tenía su lado de martirio también.
Toni Garrido: Visto así tienes toda la razón.
Nacho Carretero: Por cierto, Escobar tenía muy buena relación con Francisco Ibáñez, ¿no? El autor de Mortadelo y Filemón. Porque muchas veces incluso se auto parodiaban, se dibujaban en las propias viñetas metiéndose amistosamente el uno con el otro, ¿no?
Montse Escobar: Sí, sí, muchísima. Y además se lo reconocemos todos.
Toni Garrido: De hecho, en una hora estará con vosotros en ese homenaje, ¿verdad?
Montse Escobar: Sí, así es.
Carles Escobar: Una persona muy querida de nuestro padre y bien conocida por nosotros también.
Toni Garrido: ¿Y todos se llevaban bien? Hasta donde se pueda contar, porque es verdad que hemos conocido la vida de Vázquez, un tipo genial, pero con una vida personal muy intensa, o de Peñarroya o de Cifré… Es decir, ¿todos ellos se llevaban bien?
Montse Escobar: Sí, porque cada cual tenía su carácter, pero eso no influía en su amistad. Eso era otra cosa.
Toni Garrido: Qué respuesta más políticamente correcta acaba de dar Montse. «Así no tengo yo líos con nadie, no digo nada, cada uno tenía su carácter, y así evito líos».
Carles Escobar: (Risas.) Pero era una realidad, sí, sí, sí. Por una vez estoy de acuerdo con mi hermana.
Toni Garrido: Zipi y Zape han tenido mucha vida en estos últimos veinticinco años, y no solamente las viñetas de esos tebeos que siguen en miles y miles y miles de casas españolas, sino que ha habido varias versiones en televisión y películas inspiradas en Zipi y Zape que han funcionado fenomenal en taquilla: Zipi y Zape y el club de la clínica y Zipi y Zape y la isla del capitán. Montse, Carles, ¿qué le que le hubieran parecido estas películas a vuestro padre?
Carles Escobar: Vamos a ver, estas películas… Entendemos, y mi hermana ya me rectificará si tiene otra visión, pero estas películas, consideradas aisladamente del entorno, podían ser calificadas como como magníficas, estupendas, fantásticas, muy bien. Lo que ocurre es que estas películas estaban fuera del entorno de los hermanos Zipi y Zape de las historietas. Eran otra cosa. Eran estupendas, pero no reflejaban las vivencias Zipi y Zape de los tebeos.
Toni Garrido: O sea, bien como películas, pero «inspiradas».
Carles Escobar: Sí, el nombre.
Montse Escobar: Estoy de acuerdo.
Nacho Carretero: Tengo otra duda similar a la de Protasio. Había otra aventura de Escobar que era un perro llamado Toby. ¿Esto es así o me lo estoy inventando?
Carles Escobar: Sí, existía.
Nacho Carretero: Existía, ¿verdad? Toby. ¿Nadie más se acuerda aquí de Toby?
Toni Garrido: Hum… No.
Tom Kallene: Todo esto me hace pensar en imaginar… Siempre es fascinante imaginar cómo serán los dibujos en los tebeos, estos que son de infantes o niños. Cómo serían como adultos en la vida, cómo será su trabajo, cómo sería su vida familiar, qué harían como adultos…
Nacho Carretero: Estás proponiendo una idea, ¿no?
Tom Kallene: Sí. ¿Cómo serían como adultos?
Carles Escobar: ¿La idea es imaginarse a Zipi y Zape adultos?
Tom Kallene: Sí.
Carles Escobar: Impensable.
Gonzo: Uno, ingeniero industrial y el otro, profesor de dibujo.
Montse Escobar: (Risas.) Seguramente ¿Y por qué no?
Toni Garrido: Montse Escobar, Carles Escobar, hoy se inaugura en Barcelona una exposición con objetos, ilustraciones inéditas que pertenecen a vuestra colección familiar como parte de las conmemoraciones del vigesimoquinto aniversario de la muerte de vuestro padre, del gran Escobar. Montse, Carles, muchísimas gracias por acompañarnos esta mañana y por hacernos recordar los buenos viejos tiempos.
Carles y Montse Escobar: Gracias a vosotros.
Toni Garrido: Un verdadero placer. Zipi y Zape para los lectores del siglo XXI sigue teniendo muchísima vigencia.
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