Es bueno copiar porque al principio facilita mucho la labor del futuro dibujante, pero sólo hasta cierto punto. Si estáis demasiado influenciados por determinado dibujante, nunca dejaréis de ser un imitador de él. El mejor sistema es escoger siete u ocho dibujantes que os gusten y copiar los detalles mejores a vuestro juicio de cada uno, lo que unido al fruto de vuestra personalidad, puede dar con el tiempo un estilo propio sin parecidos ni influencias perniciosas.
Tened bien presente que los principales defectos del que intenta convertirse en dibujante humorista son:
- Al intentar que los muñecos tengan excesiva gracia, quedan exagerados y confusos.
- Recargar las figuras con detalles superfluos.
- Movimientos mal calculados, con lo que los monigotes quedan como "pegados" en el papel.
- Dibujar los objetos del fondo, de manera que sus líneas liguen con las de los personajes, quedando el dibujo sin relieve.
- Estar influenciado por algún dibujante conocido, imitándole en todo.
- Llenar con cosas todos los claros del dibujo, sin pensar que el blanco también "juega" su papel, dando sensación de espacio y amplitud.
A partir de la próxima semana, el formidable dibujante Peñarroya dará comienzo a una serie de lecciones sobre la manera de confeccionar historietas largas que serán interesantísimas. Seguidlas con mucha atención.
(Pulgarcito nº 1119, 17/10/1952, Carlos Conti)
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