Páginas
▼
lunes, 23 de mayo de 2016
Todos los almanaques de El Capitán Trueno (Víctor Mora, Ambrós y varios)
No termino de entender la decisión de publicar un recopilatorio de las historietas navideñas del Capitán Trueno en el mes de mayo. Tiene tanto sentido como la justificación de esta antología, que ni el autor del prólogo sabe explicar muy bien: son historietas que solo tienen en común que fueron publicadas en las navidades de entre los años 1958 y 1965 en diferentes revistas. Es decir, el tomo está pensado para el público coleccionista, para bien o para mal. Y aún así, incluso me cuesta decir que es un tomo para coleccionistas porque la restauración de las páginas está muy por debajo de la calidad del trabajo de Jordi Coll con Pulgarcito.
Excepto porque todas las historietas han sido escritas por el mismo guionista, no existe ningún hilo conector (ni argumental ni temático) que las una. Es un popurrí variado de aventura y humor en el que se mezclan las historias un poco elaboradas con otras simples y lineales. Tal vez por eso como mejor funciona este tomo es como un repaso general a toda la trayectoria del personaje. Empezamos con las vibrantes aventuras dibujadas por Ambrós, llenas de movimiento y acción (la segunda historia, con una Sigrid malvada, es la mejor del tomo), para después ir pasando a otros dibujantes con más o menos talento que deben transigir sí o sí con la obligación de pegar encima de sus dibujos “cabezas recortadas” de las páginas de Ambrós. Tal vez sea la lección que se aprende con este recopilatorio, lo poco que se recuerda el talento de este dibujante.
jueves, 19 de mayo de 2016
Pies descalzos 1 (de 4) (Keiji Nakazawa)
No leo mangas con frecuencia, pero por lo general me gusta la sensación de extrañeza que se me queda con una cultura y una forma de ver el mundo muy diferentes a las occidentales. Por ejemplo, con Osamu Tezuka me sorprende siempre que ese dibujo tan amable, como de la factoría Disney, sirva para contar historias duras y difíciles como Adolf, Ayako o MW. En el caso de Pies descalzos la extrañeza se multiplica por mil. Estamos ante un drama antibelicista muy potente en el que abundan los chistes vulgares, la escatología, los recursos gráficos simplones y otras salidas de tono peculiares. Pero insisto, es un drama antibelicista muy potente, muy emocional, que enternece.
El joven protagonista Gen es, como su autor Keiji Nakazawa, un superviviente del bombardeo atómico de Hiroshima. A través de sus ojos vemos un horror que con los libros de historia no somos capaces de imaginar con tanto detalle: una cantidad de muertes inasumible por cáncer y quemaduras, putrefacción, enfermedades, hambre... Si ya de por sí los económicamente débiles son siempre los más maltratados, Nakazawa nos insiste en que la guerra solo sirve para extremar las diferencias sociales y el sufrimiento. Después de leer este grito rabioso contra la guerra será difícil volver a ser la misma persona.
lunes, 9 de mayo de 2016
La gorda de las galaxias (Nicolás)
La Gorda de las Galaxias es un personaje desconcertante. La editorial Bruguera había comenzado a modernizar sus revistas a principios de los 80 con el Superlópez de Jan y el Atasco-Star de Rafael Vaquer y Alfonso López, por decir dos, que parecen tímidos avances cuando los comparas con la obra de Nicolás. Las páginas de este dibujante están completamente fuera del marco en el que se había enclaustrado la editorial durante toda su existencia.
Es paradójico que esta serie fuese tan vanguardista porque Nicolás utilizaba referentes que deberían haber estado asumidos en su momento. El dibujo y el color son deudores de la psicodelia pop de los Beatles y Yellow Submarine (1968), el humor naif recuerda al que perfeccionaron Tono y Mihura en La Codorniz de los años 40, y la premisa de la serie parte de la space opera trasnochada, más del Flash Gordon de Alex Raymond que del Star Wars de George Lucas. Y aún así, leídas hoy, las páginas de Nicolás siguen siendo radicalmente diferentes a todo, profundamente únicas y personales.
Esta recopilación de historias de dos páginas está protagonizada por una maternal Gorda de las Galaxias que se dedica a ayudar a los demás durante sus viajes por el espacio. Sus aventuras nos llegan como alucinaciones de colores entre evasivas y libertarias (tal vez sea lo mismo), pero que antes que nada quieren reivindicar la inocencia de la infancia.