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domingo, 31 de mayo de 2015

Solos, tomo 2 (Fabien Vehlmann, Bruno Gazzotti)


El primer tomo me entusiasmó por ver a unos niños perdidos en una ciudad abandonada, vagabundeando, obligados a sobrevivir por sí mismos. Era inevitable que en algún momento estos chavales empezasen a desarrollar algún tipo de organización, y es lo que, como opinión personal, me chirría de este tomo. Parece que la trama a partir de ahora va a dirigirse hacia la investigación de los motivos por los que la ciudad ha sido abandonada. Poco a poco se están dando pistas y mostrando sucesos extraños que tal vez expliquen qué ha pasado con los habitantes de esa ciudad. Comparar Solos con Perdidos a estas alturas es inevitable, y no es una comparación que me parezca beneficiosa. Por el talento de guionista y dibujante para contar la historia hasta este momento, tengo la sensación de que el final en este caso sí podría dejar un buen sabor de boca.

viernes, 29 de mayo de 2015

Los leones de Bagdag (Brian K. Vaughan, Niko Henrichon)


Tenía con Vaughan el problema de que Y: El Último Hombre me parece un cómic magnífico, pero el resto de lo que he leído de él (Saga y The Private Eye) me parecía flojo. Los Leones de Bagdag toma un suceso real (la liberación de los leones del zoológico de esta ciudad durante la Guerra de Irak) para desarrollar una interesante fábula sobre la libertad y criticar la invasión de EEUU. Vaughan pone a Maus como referencia de este cómic, pero es evidente que el resultado es mucho más ligero, con muchos paisajes y escenas de acción. Creo que habría mejorado si fuese una lectura más densa o extrema, pero es un cómic que se dirige a un público generalista, por lo que era difícil hacer una denuncia más clara contra la política de George Bush.

jueves, 28 de mayo de 2015

Josep Coll: El observador perplejo (varios)


Pensaba que sería un libro teórico, pero en realidad se trata principalmente de una recopilación temática de páginas originales de Coll. En cierto modo, es un equivalente de los Artist's Edition de IDW, unos recopilatorios de escaneados de las páginas originales de dibujantes famosos americanos. Coll es uno de los dibujantes de cómic español más reivindicables, de los de más talento pero con menos difusión, seguramente porque en su trabajo no hay ni personajes fijos ni historias de más de 40 páginas. Tuvo que trabajar dentro de los límites de la censura estatal utilizando un humor blanco, sin ninguna intención crítica, con historias que no tratan sobre nada, basadas en el movimiento y la expresividad. Perdono este humor ingenuo porque viene de una dictadura militar, pero la censura que el propio TBO ejercía la trago peor. No soporto la moralina de que el "malo" siempre tenga que ser castigado.

Excepto por ese detalle, me ha parecido un tomo absolutamente disfrutable, divertidísimo. Los editores tienen la intención de que sea el primer tomo de una colección centrada en Coll, así que espero que las ventas acompañen. Como poco, para que en el segundo tomo corrijan el error de que en los 60 Coll abandonó el cómic y volvió a trabajar como albañil. En realidad seguía haciendo páginas, pero ya no era dibujante fijo de la revista.

miércoles, 27 de mayo de 2015

El día del juicio (Alan Moore, Rob Liefeld, Gil Kane)


En Supreme ya me había enfrentado a esa extraña mezcla entre los complejos guiones de Alan Moore y los dibujos descuidados de la generación Image, pero aún así no me esperaba en absoluto lo de este tomo. El mismísimo Rob Liefeld en persona destroza con sus garabatos la mayoría de las páginas de este cómic, que aún así creo que merece la pena tanto por el resto de dibujantes como por, lógicamente, Alan Moore. A partir del juicio a un miembro de Youngblood, acusado de asesinato, el guión forma un puzzle que tiene como objetivo jugar con el metalenguaje (los "retcon"), el destino y que le vuelve a dar vueltas a aquello del "espacio idea" que aparecía en Supreme. El dibujo de la última parte del tomo queda en manos únicamente de Gil Kane, un artista clásico del cómic de superhéroes al que Alan Moore le hace un cariñoso homenaje, casi a la altura del que le hizo a Jack Kirby en Supreme. Como tomo suelto para un lector casual, me cuesta recomendarlo, pero el lector que haya disfrutado con Supreme (cuarta vez que lo menciono en esta reseña) debería poner este tomo junto a esa colección.

martes, 26 de mayo de 2015

Pulgarcito 4 (de 10) (Jan)


Un nuevo tomo, y de nuevo se hace demasiado corto. Son muy pocas historias, demasiado cortas y hay que esperar mucho entre tomo y tomo. Al menos lo compensa saber que ésta puede llegar a convertirse en la reedición definitiva de este personaje. Esta entrega contiene tres relatos, uno protagonizado por una niña caprichosa que quiere conseguir como sea unos zapatos de ballet, otro en el que Pulgarcito se encuentra con el protagonista del cuento del que copia su nombre, y un tercero protagonizado por Hans, un chaval con mucha suerte. De los tres creo que me quedo con el tercero, el que tiene una estructura de cuento y un giro final bastante divertido.

lunes, 25 de mayo de 2015

Popeye: volumen 2 (E. C. Segar)



El segundo tomo de esta colección entra definitivamente en la imagen del Popeye más reconocible, especialmente por la coletilla del "soy el que soy" y las espinacas como el origen de su fuerza extraoridinaria. Creo que el humor es un género que envejece mucho peor que el drama. El Popeye de Segar no me parece que sea un cómic que provoque las mismas carcajadas contundentes actualmente que las que creo que debió de provocar en su época, pero sus aventuras son interesantes y los personajes están muy bien construidos. En ese sentido, la guerra entre Nazilia y Tonsylvania me parece lo mejor de estas páginas. También es un reflejo los años 20. Se ambienta en la Depresión y al final de la Ley Seca, por lo que Segar presenta a Popeye dando dinero a los pobres con frecuencia (el "Banco de Salida", por ejemplo) y se permite burlas continuas contra una ley que ni los reyes de su tira cómica obedecen.

viernes, 22 de mayo de 2015

El villano de Watchmen y el dilema del tranvía

Existe un experimento mental relativamente conocido que dice así (copio de Wikipedia):

"Un tranvía corre fuera de control por una vía. En su camino se hallan cinco personas atadas a la vía por un filósofo malvado. Afortunadamente, es posible accionar un botón que encaminará al tranvía por una vía diferente, por desgracia, hay otra persona atada a ésta. ¿Debería pulsarse el botón?"

Desde diferentes puntos de vista, no existe mucha discusión sobre este dilema. La mayoría de la gente suele estar de acuerdo en que hay que pulsar el botón. La propia situación obliga a la persona que está junto al botón como mínimo a tomar una decisión, y por simples matemáticas la resolución parece inmediata.

Existe una variante conocida como "el hombre gordo":

"Como antes, un tranvía descontrolado se dirige hacia cinco personas. El sujeto se sitúa en un puente sobre la vía y podría detener el paso del tren lanzando un gran peso delante del mismo. Mientras esto sucede, al lado del sujeto sólo se halla un hombre muy gordo; de este modo, la única manera de parar el tren es empujar al hombre gordo desde el puente hacia la vía, acabando con su vida para salvar otras cinco. ¿Qué debe hacer el sujeto?"

Estos dilemas son incompletos por la forma en la que están expresados. Las respuestas que daríamos en cada caso puede depender de muchos factores: la edad de las personas atadas, su profesión, su nivel económico, su estatus social, si alguna víctima es amigo o familiar de la persona que puede evitar su muerte, etc. Tampoco queda claro si realmente arrojar a un hombre gordo a la vía podría hacer que el tranvía parase, o si podría provocar daños a la gente que viaja en él.

Vistos de manera simple, teniendo en cuenta sólo la información que aparece en los enunciados, existe una gran diferencia entre ellos. En el primero, la muerte de una única persona es una consecuencia inevitable de salvar a cinco. En el segundo, la muerte de una persona es responsabilidad de quien le empuja. En el primer caso hay que elegir a quién se deja morir, porque tanto una muerte como las otras cinco están estipuladas desde el principio, mientras que en el segundo hay que realizar una acción directa para matar a alguien.

En realidad son problemas sin una solución propiamente dicha, cuyo objetivo es servir de punto de partida para discutir temas éticos. Por ejemplo, el dilema del hombre gordo sería equivalente a decidir quitarle la vida a una persona para donar sus órganos a otras cinco que los necesitan desesperadamente.

Es interesante que para Kevin Dutton, el autor de La sabiduría de los Psicópatas, estos dos dilemas puedan servir para estudiar la falta de empatía de los psicópatas:

"Como la mayoría de los miembros normales de la población, los psicópatas no tienen demasiado problema a la hora de resolver el dilema presentado en el caso 1. Dan al interruptor y el tren se desvía, matando a una sola persona en lugar de matar a cinco. Sin embargo (y aquí es donde la cosa se pone interesante), a diferencia de la gente normal tampoco tendrían demasiados problemas en el caso 2. Los psicópatas se quedarían muy tranquilos empujando al tipo gordo a las vías sin pestañear, si no queda más remedio."

Según estudios de Daniel Bartels y David Pizarro, un 90% de la población se opondría a arrojar al hombre gordo a las vías. El otro 10% está formado por gente pragmática, calculadora y con falta de empatía que ha aprovechado esta personalidad en profesiones como el liderazgo de empresas, la neurocirujía y el ejército. Vuelvo a citar a Kevin Dutton:

"Board y Fritzon tomaron tres grupos, gerentes de empresas, pacientes psiquiátricos y criminales hospitalizados (estos dos últimos eran todos psicópatas que sufrían además de otras enfermedades psiquiátricas) y compararon cómo se les daba en un test de perfil psicológico.

Sus análisis revelaron que un cierto número de los atributos psicopáticos eran más comunes en los líderes de los negocios que en los llamados criminales «perturbados», atributos como encanto superficial, egocentrismo, capacidad de persuasión, falta de empatía, independencia y concentración"

Una descripción que encaja perfectamente con Ozymandias, un personaje que no tendría ninguna dificultad en arrojar al hombre gordo delante de un tranvía.


jueves, 21 de mayo de 2015

Estoy hecho un cocinicas (XCAR, Azagra y Revuelta)


Un libro de recetas de cocina, aunque sea un cómic como éste, tiene que convencer más por las recetas que contiene que por lo ameno que sea de leer. En ese sentido, para empezar tendría que decir que "Estoy hecho un cocinicas" no es un aséptico recetario sino que como simple lectura es muy ameno. Cada historietilla/receta utiliza sus dos páginas para contar cómo se hace un plato de manera diferente cada vez, con personajes diferentes, sin que suene en ningún momento a que los autores están tirando de un esquema repetitivo o facilón.

Me tendría que poner ahora a manchar cazuelas para poder opinar con seguridad sobre las recetas. Sobre el papel, son 59 platos que parecen realmente sencillos, con ingredientes accesibles y económicos, un par de pasos para la elaboración y que no necesitan mucho tiempo.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Astérix y el Manifiesto Comunista

"La burguesía, gracias al rápido perfeccionamiento de todos los instrumentos de producción y a la inmensa mejora de las comunicaciones, arrastra a todas las naciones, incluso las más bárbaras, hacia la civilización. (...) La burguesía obliga a todas las naciones a apropiarse del modo de producción burgués si no quiere sucumbir; las obliga a incorporar ellas mismas la llamada civilización, esto es, a convertirse en busguesas. En una palabra, crea un mundo a su imagen y semejanza."
                                                                                     Manifiesto Comunista (Karl Marx)



                                                                                     Obélix y Compañía (Goscinny y Uderzo)

martes, 19 de mayo de 2015

Daredevil (Drew Goddard, Steven S. DeKnight)


En cuanto Marvel ha recuperado otra de sus marcas registradas, ha hecho todo lo posible por limpiar la imagen que había dejado Mark Steven Johnson con la película de 2003. El resultado es bastante estándar, producido con profesionalidad. Guionistas y directores han sabido hilvanar una trama curiosa, con elementos que atraigan a un público amplio, pero sin la intención de competir con el resto de series de televisión. Daredevil no le va a romper los esquemas a nadie sobre los límites de lo que se puede hacer en la ficción televisiva, no tiene la intención de revolucionar. Es sólo un producto competente, el mejor resultado dentro de sus posibilidades, en el que se nota la influencia de Perdidos (la importancia del pasado de los personajes) y Juego de Tronos (ningún personaje tiene asegurada su presencia en la siguiente temporada). La excepción la encuentro en los dos primeros capítulos, escritos por Drew Goddard, muy superiores a la media de esta temporada. En ellos, casi parece que no estamos viendo una adaptación, sino un personaje que ha sido creado directamente para este medio.

La serie intenta mostrar a un superhéroe en un mundo realista, o al menos en un mundo más realista que el que hemos visto en el cine de Marvel en los últimos años. Hay pistas, señales de cómo sería un superhéroe verosímil, y aunque me alegro de esos intentos cuando tienen éxito, es inevitable que al final no termine de funcionar del todo. Por un lado, la motivación de Kingpin no es del todo sólida, sólo quiere tirar abajo los edificios de Hell's Kitchen y sustituirlos por otros más modernos, al precio que sea. Por otro lado, el traje rojo. La espera se hace muy larga, pero cuando aparece se pierde todo el tono lúgubre y verosímil que se ha estado construyendo a lo largo de la temporada.

lunes, 18 de mayo de 2015

Solos, tomo 1 (Fabien Vehlmann, Bruno Gazzotti)


En "Solos" un grupo de cinco niños ha sido abandonado en una ciudad de la que, de la noche a la mañana, ha huido toda la población de manera inexplicable. Tanto el punto de partida como el argumento recuerda en ese sentido a un Perdidos juvenil que, para mi gusto, funciona. Es un tebeo que quiere tirar por el entretenimiento, y lo hace bien, con cierta sofisticación general. No inventa la rueda, pero tampoco huele a repetitivo. Emociona, sorprende, enternece y engancha. El primer tomo contiene los primeros tres álbumes de una colección que, miedo me da, parece que no tiene un final planeado de momento.

viernes, 15 de mayo de 2015

El Multiverso #2 (de 9) (Grant Morrison, Chris Sprouse)


En este segundo número tenemos una historia completa sobre la guerra entre las Tierras paralelas 20 y 40 con una ambientación tipo años 30. El argumento no deja de ser curioso, pero me queda la sensación de un Morrison confiado, como si no necesitase demostrar nada. Me parece como si estuviésemos en un episodio de transición, bien cerrado y con buenos momentos, pero en el que no se está contando tampoco nada del otro mundo. Es la historia de siempre contada al estilo de Morrison. Como me pasó con el primer número, imagino que la suma de todos los capítulos es lo que convertirá a este cómic en algo muy interesante, al contrario que con Los Siete Soldados de la Victoria, en el que cada número consiguió sorprenderme por separado.

jueves, 14 de mayo de 2015

Los Mediamierdas I y II (Equipo Malavida)


Surge como una referencia, homenaje o algo parecido a Los Profesionales de Carlos Giménez, pero el espíritu punk e irreverente de Los Mediamierdas lo convierte en un cómic que va más allá. Todo este falso slice of life lleno de verdades, exageraciones y mentiras, no es más que una excusa para recordarse sus propias anécdotas y poder ponerse a parir con libertad. Los despistes crónicos, las borracheras, las drogas, el onanismo, las coletillas repetitivas... Bromas privadas que pasan al dominio público, con la curiosidad añadida de que las tareas de guión, dibujo y color van saltando de unos autores a otros en colaboraciones muy variadas. Con el segundo tomo se incluye un CD compuesto por el Gran Bob, un complemento maravilloso, divertido y muy animado, con canciones basadas en los autores de Malavida.

miércoles, 13 de mayo de 2015

America's Got Powers (Jonathan Ross, Bryan Hitch)


Brian Hitch no se fue de Marvel, huyó. Huyó de los plazos de entrega asfixiantes en los que no importa la calidad del resultado final, huyó del trabajo impersonal en el que el dibujante es sólo un ilustrador, de los cómics que son piezas de una maquinaria mayor y no tienen trascendencia plena por sí mismos. Este primer paso en la búsqueda de la independencia artística no es tal vez la obra maestra de este nuevo Brian Hitch, pero es una lectura interesante.

Junto al guionista y presentador de televisión Jonathan Ross, plantea una combinación entre el concurso America's Got Talent y la saga Los Juegos del Hambre, en la que toda una generación de adolescentes ha conseguido superpoderes debido a un meteorito extraterrestre. Para financiar la investigación sobre el origen de estos poderes, se organizan peleas entre estos chavales que se emiten por todo EEUU. El punto de partida no termina de llamar mucho la atención, pero la trama mejora número a número. Aunque no es un cómic que vaya a volver loco a nadie, el dibujo es (lógicamente) impresionante y es raro encontrar una historia de superhéroes que hable sobre pacifismo.

martes, 12 de mayo de 2015

Todo el Mundo Tiene Envidia de mi Mochila Voladora (Tom Gauld)


"Tiras cómicas" es una descripción que no me termina de encajar para este cómic. Me parece un tomo muy divertido que habla sobre la creatividad y la literatura combinando el humor tontorrón con la observación brillante. Tal vez lo dejaría en "tiras simpáticas" porque en algunos momentos busca la risa, pero en otros el objetivo es la sonrisa reflexiva. Yo lo he disfrutado mucho, pero puedo entender que haya quien le repela el tono erudito y pedante.

lunes, 11 de mayo de 2015

Tricky Trapper Camp: Campamento Turbulento (Álvaro Terán)


El handicap de este pequeño tomo es un dibujo de aspecto poco llamativo que puede no agradar en un primer vistazo. Ahora bien, a quien no le importe ese detalle se va a encontrar con un recopilatorio brillante. Los chistes seleccionados son ingeniosos e inesperados, de los que buscan la carcajada y dirigidos a jóvenes adultos. Tiene un aspecto de "regalo para..." que no se lo quita nadie.

viernes, 8 de mayo de 2015

Dedos Sucios #3 (Manuel Area, Ulises Lafuente, Nacho MG)


Tercer número de este fanzine realizado entre tres autores, con una historias independiente de 14 páginas y una portada para cada uno. Manuel Area dibuja una historia con aspecto de cuento ilustrado sobre un viejo marinero. Ulises Lafuente se encarga de una persecución de estilo oriental. Nacho MG termina el ejemplar con un repaso a la vida, destrozada por el alcohol, de un padre de familia. Su mayor defecto es que es una lectura muy breve, pero es algo que se puede perdonar por la tremenda calidad del dibujo. No quiero que suene a que les estoy devolviendo el piropo, ¿pero por qué esta gente no está trabajando para alguna editorial?

jueves, 7 de mayo de 2015

Gervasio Mantel: Una Muerte en la Familia (XCAR)


Segundo número (¿y último?) de este fanzine de folios grapados sobre Gervasio Mantel, un masturbador compulsivo que ha desarrollado su afición hasta el límite de lo sobrehumano. Igual que en la anterior entrega, recopila unas divertidas historias cortitas que copian el estilo gráfico de Bruguera. Hay muchos dibujantes que han imitado el dibujo retro de Bruguera para contar historias adultas/picantes/escatológicas, pero tal vez el que mejor ha conseguido que ese contraste funcione sea XCAR en este cómic.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Los Vengadores 2: La Era de Ultrón



En este blog ya dije que la primera entrega de los Vengadores me encantó. Sin embargo, cuando la volví a ver hace poco, el entusiasmo se apagó. En realidad la película tenía las mismas debilidades que ya había encontrado la primera vez que la vi, pero esta vez no las pude perdonar del mismo modo. No le podía perdonar el uso del cine de fórmula (clímax de batalla final, el punto emocional enfocado en la redención, la experiencia cercana a la muerte del último tercio de casi todas las películas...) o los atajos que tomaba Whedon en su guión por la necesidad de acortar la duración. Donde antes había visto una película que rebosaba de la personalidad de Whedon, me encontraba ahora con una película de estudio en la que el director, con toda su buena intención, hacía lo posible por insertar sus tics y su visión de la vida y el espectáculo. Aún así, con estos defectos, sigo encontrando en esa película un grandísimo esfuerzo de malabarista, de buscar el equilibrio imposible entre tantos protagonistas, el equilibrio entre el cine para el gran público y la adaptación para el fan, el equilibrio entre el tratamiento de personajes y la acción descerebrada. Con todas sus inconsistencias, conveniencias y falta de personalidad en general, no me puedo olvidar todo el talento que es necesario para poder hacer una película en estas condiciones que salga lo mejor posible.

A pesar de todas las pegas, creo que la secuela cumple. Mantiene el mismo tono ligero, la misma fascinación por lo imposible, el mismo humor tontorrón, la aventura, etc. Por desgracia, el gran problema de las secuelas, el "mucho más que la primera entrega", es la que hiere a esta película de muerte. La trama es una sucesión de escena de acción espectacular tras escena de acción espectacular, mientras que el tratamiento de personajes queda relegado a pequeñas frases y pequeños momentos que parecen incrustados dentro del conjunto, que no tienen el mismo impacto. Lo que podrían haber sido temas interesantes (orden y caos, libertad y seguridad, cambio e inmovilismo) se quedan en frases rimbombantes que no pintan demasiado en una ensalada de hostias como esta, aderezada con media docena de cameos para el fan del universo cinematográfico de Marvel. Ya nos impresionaron con la idea de reunir a media docena de personajes antes, y aquí repiten ese mismo concepto sin añadir algo nuevo. Aún así, con todos sus defectos, la he disfrutado mucho más que Iron Man 3, Capitán América 2 y Los Guardianes de la Galaxia. Aquí al menos me he reído hasta la (divertidísima) frase interrumpida del final.

martes, 5 de mayo de 2015

El Multiverso #1 (de 9) (Grant Morrison, Ivan Reis)


Este primer número exige al lector demasiada fe en Morrison. Con sus 40 páginas no llega casi ni a ser una introducción, que no es del todo entretenida ni comprensible en algún momento. O peor todavía, recuerda demasiado a otros cómics que Morrison ha estado escribiendo desde hace años, un nuevo acercamiento al mundo de los superhéroes entendido como un universo de ficción paralelo al nuestro. A eso se añade que el dibujo no me termina de matar (prefiero algo más limpio, como el de John Cassaday en Planetary). Puede que sea el principio de una gran colección, pero en sí mismo no creo que este número sea un buen comienzo para lectores que no hayan leído (y disfrutado) algo de Morrison antes.

lunes, 4 de mayo de 2015

Planetary #5 (de 5) (Warren Ellis, John Cassaday, Jerry Ordway)


Con este tomo termina esta colección que de alguna forma buscaba la esencia del género de superhéroes, en qué se basa y qué lo ha hecho tan atractivo para tantos lectores durante tanto tiempo. Cada número con una historia independiente exploraba una influencia (el terror victoriano, la ciencia ficción de Julio Verne, el cine oriental...), pero la suma global de todos los fragmentos construye un relato de venganza/castigo que, para mí, es la historia de superhéroes más espectacular, moderna e innovadora que creo haber leído nunca. La primera mitad de este último tomo narra el esperado desenlace, sin los trucos baratos del "¿lo conseguirán, no lo conseguirán?". Es una victoria inevitable pero fascinante. La otra mitad del tomo se divide en un epílogo escrito y dibujado 3 años después del anterior número (es igual de interesante, pero en cierto modo accesorio) y un cruce con la Liga de la Justicia. El horroroso dibujo de Jerry Ordway en esta última parte destroza el guión que le toca, pero sirve para reivindicar a John Cassaday como elemento imprescindible del éxito de Planetary.